Las tradiciones siempre tienen una fecha de caducidad. Lo cómodo siempre está por terminar. Muchos no entienden que no entienden que las cosas cambiarán de rumbo, de forma total. A nivel local y global. El interés materialista, lo que mueve los dineros será otro. Comienza un nuevo orden. Y no es aquel ser que sobrevive el más fuerte ni siquiera el más inteligente, será aquel que realmente se adapte al cambio el que continuará respirando, y fuerte.
¿Cómo sobrevivir? Pues adaptándose al entorno. Con plenitud, agresividad o perfil bajo. Como se pueda. Algunos animales se hacen los muertos cuando todo parece perdido. Fingen su muerte para sobrevivir. Este es un perfil bajo. Hay otros que atacan para amedrentar y mantenerse con vida. Unos logran proyectar colores que amenazan a otros con ser venenosos y así despistan al adversario. El sentido es mantener un olfato de observación para vivir la adaptación.
¿Qué está pasando ahora? ¿Por dónde va la cosa? Nadie sabemos con exactitud. Lo que nos queda es hacer minería de datos para detectar lo que está pasando y lo que va a pasar, de acuerdo a lo que está pasando. Sólo así sabremos el humor social y así cómo se comportarán las compras de las tribus de clientes y y su forma de entender a las marcas, la realidad y toda la antropología que sucede.
Les voy dibujando nuestra realidad posmoderna -la época y era actual desde 1930 a 1970 donde fuimos más modernos que modernos- Hace 15 años en México había cerca de 2 a tres millones de feligreses de religiones neo-cristianas -que no son católicos apostólicos y romanos como la gran mayoría mexicana- . Ese tipo de religiones que son una mezcla entre un grupo de autoayuda para superación y erradicación de adicciones, movimiento y/o comunidad y base de frustración por no ver cumplidas las necesidades espirituales de la marca iglesia católica o el mismísimo Vaticano. Surgieron con fuerza desde 1970 muchas religiones de nuevos cristianos pentecostal o bíblicos, en fin más de 5 mil tipos de iglesias cristianas en estados mexicanos como Chiapas o Oaxaca. En fin, hoy esos 3 millones de nuevos cristianos de hace 15 años, son más de 28 millones de mexicanos que votan, viven y compran productos y servicios. Son ya un fuerte poder económico y político , ¿Por qué político? Porque el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, es cristiano bíblico con sus convicciones y costumbres culturales de todo feligrés cristiano. Muchas veces no pueden cantar himnos nacionales, ni adorar a banderas que no sean los signos y símbolos de su iglesia. Las cosas son y serán así desde ahora. Quien se anime a entenderlo, lo sobrevivirá, como marca, organización, cártel o holograma.
No todo lo que cambia es malo, pero sí puede asustar a muchas personas que las cosas cambien de manera tan drástica. Si no cambias con adaptación de marca, tarde o temprano dejarás de respirar.