Grandes momentos nos regaló el Maratón de Boston, que llevó a cabo con éxito su edición número 126 el pasado lunes 18 de marzo. En mi opinión, dos han sido los momentos más representativos por su emotividad, ambos protagonizados por mujeres.
La participación de la mujer de manera oficial en los maratones, de manera incorrecta, es relativamente reciente, debido a que en un principio no se les dio el mismo lugar que a los hombres. Hoy, las mujeres maratonistas escriben extraordinarias historias basadas en talento, disciplina y sacrificio.
Uno de los momentos de mayor emoción en el pasado Maratón de Boston nos lo han obsequiado dos corredoras quienes se han disputado el primer lugar, desplegando una enorme fortaleza física y mental para ejecutar un cierre trepidante, nunca antes visto en este evento. Peres Jepchirchir, campeona olímpica, venció en el sprint final, deteniendo el cronómetro en 2 horas, 21 minutos y un segundo; el triunfo significó un momento especial para esta edición, que es la numero 50 desde que mujeres participan en él. El segundo lugar, que cruzó la meta a solo unos metros de Peres, fue para la etíope Ababel Yeshaneh. Ambas lucharon literalmente codo con codo, con ataques alternados hasta la línea de meta; la constancia y persistencia de ambas provocó que la carrera se definiera en los últimos metros.
El evento reunió a 25 mil 314 participantes, de 120 países, entre los cuales se encontraba Valerie Rogosheske, una de las 8 mujeres que participaron en aquella edición de 1972 en la que a las mujeres se les permitió correr en el evento por primera vez. La participación de Valerie encarnó el segundo momento que considero más emotivo.
Boston es el evento más antiguo entre los 6 Majors. Lo que no fue una sorpresa, fue el dominio de los corredores africanos, especialmente los nacidos en Kenia, que se han adueñado de los primeros lugares en este tipo de pruebas.
En la categoría varonil, Evans Chebet, también de Kenia, se llevó el primer lugar, deteniendo el cronómetro en 2 horas, 6 minutos y 51 segundos.
De esta forma se escribió una edición más del maratón favorito de muchos corredores a nivel mundial, en esta ocasión, especialmente protagonizado por la brillante participación de las mujeres.