Saber que un iceberg (que probablemente será llamado como A68- y de un tamaño estimado en cuatro veces la Ciudad de México) se ha desprendido de la Antártida, es una interesante oportunidad para descubrir cómo este tema se ha convertido en una pauta definitiva dentro de la mercadotecnia.
El hecho se ha dado a conocer por diversos medios que han reportado la información trascendida por el proyecto Midas, que concentra a diversos glaciólogos que estudian el calentamiento global y su efecto en la Antártida.
Hablar de que un iceberg se ha formado con el desprendimiento de la Antártida ha generado una lectura muy interesante en redes sociales. Primero, se trata de una tendencia: “Antartica” con un alcance de 292 mil 523 impresiones y un impacto en 246 mil 72 cuentas, esto al momento de ser consultado Tweet Reach.
Estos son los comentarios que ha generado en redes el anuncio:
It's official, one of the biggest icebergs ever has broken off from #Antarctica #LarsenC ice shelf. Here are 3 polar satellite perspectives. pic.twitter.com/V9lZOFsP9O
— UW-Madison CIMSS (@UWCIMSS) 12 de julio de 2017
This Antarctica Iceberg should be Donald Trumps new home
— David McConville (@davidmcconvill4) 12 de julio de 2017
I'm not shocked about antarctica. The way that humans treat the Earth I'm just shocked it's not happening sooner.
— A Sweet Place (@HeartMySinging) 12 de julio de 2017
Un segundo elemento que es interesante observar son los productos y experiencias que un iceberg genera.
Pensemos en el agua embotellada que marcas como Iceberg Water han lanzado al mercado y que obtienen del ártico canadiense.
Aunado a ello, hablar de iceberg o de la antártida y los efectos del calentamiento global, pese a la crudeza que representa y su impacto en la naturaleza, este hecho está siendo aprovechado por empresas de cruceros que están abriendo la operación de nuevas rutas, debido a la falta de hielos perpetuos.
La idea llegó a manos de la marca de cruceros Crystal Cruises que operará una ruta entre Nueva York y Alaska a través del paso del Noreste, aguas que anteriormente solamente podían ser surcadas por barcos rompehielos, en un trayecto que durará 32 días.
Su estrategia de marketing en la que aprovechará una ruta que anteriormente estaba impedida le dejará a bordo de la nave El Serenity, mil 70 pasajeros y un viaje que se extenderá por las 19 mil islas de Canadá, en una experiencia que costó entre 30 mil (el boleto más barato) y 130 mil dólares (el más costoso) por entrada, pues las entradas se agotaron en tan solo tres semanas.
Crystal Serenity's Captain Vorland is ready for the Arctic in our official 2016 #NorthwestPassage Voyage outerwear. pic.twitter.com/DRWs4fBfxq
— Crystal Cruises (@crystalcruises) 18 de mayo de 2016
El recorrido del barco es descomunal pues tras salir de la Ciudad de Nueva York, comenzará a rodear la costa de Canadá, visitará Dinamarca y continuará rodeando al país canadiense hasta llegar a Anchorage, Alaska, que se encuentra del lado del Oceano Pacífico, es decir, navegará entre los océanos más importantes del mundo.