Las redes sociales han cambiado la vida de todos. Y cuando se translada esta revolución al área del mercadeo de las grandes empresas, se observa cómo están impactando la forma como se conectan las marcas con con el consumidor y es ahí cuando surgen una serie de preguntas sobre el uso del marketing de influencia como estrategia de posicionamiento ¿Será una herramienta autosostenible con el tiempo? ¿cuáles son las mejores formas de aprovecharlo? ¿Es apto para todas las compañías? ¿Es posible medir un retorno de inversión real? ¿Quién es realmente un verdadero influenciador?
Los llamados influencers son personas que tienen la habilidad de influir en la opinión de otras e incluso cambiar hábitos de consumo y generar respuestas de manera positiva o negativa según sea el caso. Cuentan con números relativamente “grandes” de seguidores o audiencias segmentadas por edad, género, ubicación geográfica y gustos particulares. Por ello, son vitales a la hora de hacer realidad los planes de marketing.
Si bien para una marca es posible medir el alcance de la emisión de un mensaje en un canal digital con cifras claras y precisas, es difícil lograr que todos los seguidores o posibles clientes quieran ver estos contenidos en sus redes sociales. Sin embargo, cuando es un personaje externo, pero afín a la marca, quien emite el mensaje se pueden obtener otro tipo de resultados gracias a que los seguidores de los llamados “influenciadores” interactúan de forma natural con los contenidos que han decidido ver o con quien han decidido voluntariamente seguir, contrario a lo que sucede con la pauta tradicional. De acuerdo con Academy of Influencer Marketing, se estima que cerca del 3% de las personas generan el 90% de las interacciones en línea.
A pesar de que el mercado publicitario en Colombia aún no ha implementado el uso de estrategias basadas en influencers al nivel de industrias como la norteamericana o europea, el país está en una etapa actualmente similar a la de México, Brasil y Argentina, en donde los influenciadores son la apuesta por futuro de la democratización de los contenidos expuestos en los medios.