La pandemia nos ha llevado, de cierta manera, a tocar fondo, reflexionar, ser más empáticos, aceptar que como seres humanos somos mucho más vulnerables de lo que pensábamos y, al mismo tiempo, más fuertes de lo que creemos. Hemos comprobado que nuestros hábitos, actitudes y acciones tienen que ver con la salud propia, con la de otros y con la del planeta en el que vivimos.

Los consumidores alrededor del mundo se han visto obligados a vivir, pensar y también a comprar de una forma totalmente diferente y pienso que ¡apenas empezamos!

Es real que las empresas han tenido que valorar los efectos derivados de esta pandemia y contemplar este nuevo contexto a la hora de definir sus estrategias de marketing sostenible que es un tema que a expertos y, especialmente, a generaciones jóvenes les preocupa e interesa muchísimo.

Algunos consumidores se han visto atraídos por comprar productos que se muestran evolucionados y conscientes hacia un consumo más responsable, lo cual presenta nuevos retos a nivel de procesos y comunicación interna y externa para las marcas. La tendencia de la sana evolución es para aquellas marcas que den valor y mayor enfoque en las prioridades y expectativas de las personas.

Diversos estudios demuestran que las nuevas generaciones serán más leales a marcas que integren las siguientes características:

• Integridad: que reflejen el compromiso y la solidaridad por el bien común.
• Transformación: a mediano y largo plazo hacia la sostenibilidad.
• Mayor higiene: la higiene se ha asentado como un elemento básico de imagen de marca.
• Audiencias más heterogéneas: el marketing sostenible ya no es una moda, es una necesidad para todo perfil de personas. Crece la conciencia medioambiental desafiando y cuestionando el enfoque tradicional.
• Fidelización de clientes: contemplar la necesidad de fidelizar usuarios será indispensable. La disrupción cultural, social y de estilo de vida es tan relevante, que las marcas deben estar más presentes que nunca, aportando más valor y siendo más visibles y tolerantes.
• Mantener el consumo en casa: estas experiencias han propiciado un crecimiento exponencial, por lo que algunos de estos patrones de consumo se mantendrán en 2021 e incluso muchos de ellos ¡llegaron para quedarse!

Finalmente, los cambios nos pueden paralizar o, si logramos entrar sin miedo a la ola, nos pueden transformar, evolucionar, expandir y despertar.