Internacional.- Los influencers, han cambiado la forma de hacer marketing para las marcas y, ahora, son las figuras que se usan para promocionar un producto y/o servicio a través de las redes sociales. En España, por ejemplo, los deportistas (en el 19% de los casos, según datos ofrecidos por el portal web Statista), son los principales rostros populares que las firmas escogen para llegar a sus consumidores, seguido de los famosos (14%), los ya archiconocidos Youtubers (13%), y los actores y rostros populares en redes sociales (11%).
Pero, alguna vez te habrás preguntado si es rentable el que una marca firme un contrato con un influencer para que promocione sus productos y/o servicios. Pues la respuesta es bastante clara, ya que, según el Estudio Anual de las Redes Sociales de IAB de 2016 se ha estimado que el 85% de los internautas sigue a influencers en redes sociales y el 65% de estos influyen en sus decisiones de compra, así que como ves, sí que a las marcas les resulta beneficioso ya que, según Soldevila, por cada dólar invertido en un influencer, la firma obtiene casi 10 dólares de beneficio.
Pero, esta es una cantidad media, ya que hay sectores en los la marca registra un mayor beneficio. Por ejemplo, el sector de bienes de consumo es el que más ROI obtiene (14,29 dólares de beneficio por cada dólar invertido), viajes (12,54), moda y belleza (12,21); aunque, también es cierto que hay sectores que están por debajo de esa cifra de 10 dólares, como son: hogar (4,62), ropa y complementos (4,5) y electrónica (0,48).
Aunque, además de este beneficio obtenido por las marcas, también se podría hablar de cuáles son los principales canales que los influencers eligen para llegar a sus suscriptores y que, a su vez, son consumidores potenciales a los que la firma quiere llegar. En este sentido, Instagram es el rey indiscutible de los canales, con un 95% de uso, seguido de blogs (84%), Twitter (67%), Facebook (59%), Youtube (15%), Snapchat (5%) y Vine (1%).
Y tú, ¿has seguido los consejos de algún influencer a la hora de comprar un producto o contratar un servicio?