Puede que la crisis económica vivida en años recientes se esté superando, pero las decisiones tomadas antes y durante la misma, más otros factores post crisis parecen estar dando forma al panorama de las grandes cadenas de moda en España, donde varias marcas conocidas han venido cerrando sus tiendas ante lo negativos de sus últimos resultados.
Muchas marcas de tienda, no midieron su expansión durante la crisis, pues venían con los proyectos previos, lo que sumado a la disminución de las ventas y la lucha por ofrecer, cada vez mayores descuentos y márgenes de ganancias cada vez menores, han llevado a varias cadenas a tener que cerrar por completo o dejar de operar en España.
Y es que también han actuado en contra, el éxito de marcas como las del grupo Inditex (Zara, Massimo Dutti o Stradivarius) o Primark, que han sabido sortear el temporal y salir airosos, mientras otras, como Blanco, parece que no lo logrará, pues se encuentra en concurso de acreedores, mientras gran parte de sus tiendas en España, ya han cerrado, a pesar del intento de rescate iniciado en 2014 por elgrupo saudí Alhokair.
Otra de las marcas que ha bajado la Santamaría ha sido Caramelo, del grupo Inveravante, que tuvo que ser liquidada el año pasado por no lograr obtener los beneficios necesarios para mantener a flote el negocio.
Mientras que en el caso de la francesa Promod, la mitad de sus establecimientos en España cerrarán sus puertas, situación similar a la de la cadena C&A, que anunció que dejaran de funcionar ha reconocido 23 de sus 106 tiendas en España, tras cerrar su flagship store en Gran Vía hace pocos meses.
La turbulenta situación del retail de la moda en España también parece estar afectando a marcas como Cortefiel o Adolfo Domínguez, que se están reestructurando, después de haber mantenido una agresiva expansión, que no tomó en cuenta los indicadores de la crisis y su efecto en los consumidores, cuyas necesidades cambiaron.
Una situación, que a primera vista puede parecer derivada de la aparición y éxito de marcas como Zara y Primark, pero que según los expertos del sector, estaría muy relacionada con la falta de capacidad de reacción ante lo que sucedía durante la crisis y a los años que ha durado, así como con la guerra de precios en la que entraron muchas marcas y de la que ahora cuesta mucho salir, pues el consumidor, aun cuando poco a poco se recupera, se ha acostumbrado a los precios más bajos.
Aunque ello no quiere decir que poco a poco se vuelva a apostar por precios más altos asociados a mejor calidad y durabilidad (según las marcas). Aunque por los momentos, todo indica en que, después de esta tormenta económica, el horizonte de las marcas de retail de moda en España, está en plena recomposición.