Buenos Aires, Argentina.- Aunque históricamente los argentinos han sido “marquistas” por naturaleza, poco a poco las segundas marcas y, especialmente, las de los supermercados, están ganando espacio. Las cadenas de retail cada vez más logran posicionar los productos con su sello, mejorando la calidad de los artículos y aprovechando la tendencia “buscaprecios” de los nuevos consumidores.
Luego de la crisis de 2001/2002 en la Argentina nada fue igual en materia de marcas y consumo. Los argentinos, “marquistas” de toda la vida, debieron optar por opciones más baratas y de menor calidad. Si bien, en la última década, con el crecimiento económico, muchos han vuelto a elegir las primeras marcas, ya no le tienen “miedo” a las alternativas.
Según Ricardo Bastianón, director de Negocios y del Área Cualitativa de la consultora CCR, “con la crisis, cambió la lógica de compra”, dijo al medio argentino iProfesional. Y aunque con la salida de la debacle financiera las “número uno” empezaron a recuperar su natural posición de liderazgo, ahora nuevamente los artículos “marca súper” han comenzado a convertirse en una opción nada despreciable.
Citando una investigación de mercados propia, el consultor sostuvo que el número de clientes que estarían dispuestos a comprar marcas más baratas creció más de un 10 por ciento en un año. “Pasó de un 28 por ciento en 2011, a un 40 por ciento en 2012”, dijo. Las razones de esta tendencia, de acuerdo con Bastianón, se vinculan con que “la gente percibe que fue perdiendo poder adquisitivo”.
Para Fernando Comendeiro, ejecutivo de cuentas de la consultora Kantar Worldpanel, este fenómeno (la mayor aceptación de las marcas propias de los súper) se acentúa principalmente en determinados segmentos sociales. “Los sectores más bajos son los que más optarían por llevar estos artículos”, señaló.
Por su parte, Juan Vazco Martínez, de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), dijo que “las cadenas aumentaron la calidad de los artículos que llevan su sello”.
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