Las aerolíneas de bajo costo o low cost no tuvieron lugar nunca en Argentina antes de la llegada del derechista Mauricio Macri al poder. Numerosas regulaciones en las tarifas y en los derechos de los aeropuertos las hacían inviables.
Sin embargo, desde diciembre de 2015, cuando el empresario accedió a la Casa Rosada, uno de los planes para el transporte en el país fue la apertura hacia modelos low cost. Y lo está haciendo.
Desde febrero ya opera en Argentina la primera aerolínea de bajo costo, Flybondi, a mediados de 2018 comenzaría a volar otra, Norwegian Air, y la novedad: un gigante de América Latina, Latam, tiene planes de crear una low cost para dar pelea. Latam es la fusión de la chilena Lan y la brasileña Tam. Ambos conformaron la mayor aerolínea de América Latina.
En la presentación de los resultados financieros del cuarto trimestre de 2017, ejecutivos de Latam fueron consultados sobre la posibilidad de instalar el modelo low cost en Argentina. Ésta fue la respuesta: “Definitivamente, esta es una idea que hemos analizado y seguiremos analizando. Es una posibilidad que actualmente no descartamos”, publicó La Tercera.
Respecto de las expectativas para la compañía, los ejecutivos dijeron que se espera un repunte de Brasil, lo que será clave para el resto de las economías de la región.
Las low cost, una oportunidad para la publicidad
Con el desembarco de las compañías low cost en la Argentina, se está generando un interesante mercado para las agencias de publicidad. La prometida alta competencia está obligando a mayores y más efectivas campañas, especialmente digitales y apuntadas a los millones de argentinos que hoy utilizan buses o sus automóviles para trasladarse.
Allí es donde está precisamente el público meta de estas líneas aéreas baratas.