Una de las series de televisión más costosas de la historia y que será recordada por sus intrigas, batallas de dragones y muertos vivientes, nos deja varias lecciones de cabildeo de alta escuela que no podemos pasar por alto. Game of Thrones, producción estadounidense que aborda más que batallas épicas, se centra en un tema específico: la búsqueda del poder para acceder al trono de hierro. La serie está salpicada de lecciones de los temas que aquí nos apasionan: mercadotecnia, comunicación y cabildeo.
Cada una de las siete casas nobiliarias tiene su sello propio, simbología, costumbres y características naturales de la región donde les toca vivir en Poniente (su continente). Desde Invernalia, dominada por los Stark, hasta la Roca, asiento de los poderosos Lannister, pasando por Alto Jardín y Lanza del Sol, cada clan desarrolla estrategias para obtener el trono de hierro (objeto de cabildeo para al menos cinco de las siete casas), que en un principio ocupaba Robert Baratheon.
Por encima de todos estos señores feudales que gobiernan cada región, está Daenerys Targaryen (Khaleesi), una joven, pero experta cabildera en independencia, con habilidades de comunicadora política que, como buena estadista, se hace rodear por los mejores asesores que con cierto temor le indican el mejor camino para apoderarse de un reino o establecer una alianza con alguno de los otros jefes. Una de las frases más representativas que dan pista del ingenio político de la Khaleesi es: “Sólo podemos ayudar desde una posición de poder”.
¿Les parece esto conocido? ¿Sucede en nuestra realidad? ¿En la Unión Europea tal vez? ¿O en los enfrentamientos comerciales entre China y Estados Unidos de América (EUA)?
Al realizar un símil entre lo que pasa en la famosa serie con lo que ocurre en la operación del llamado Grupo de los siete (G-7), en donde están los países más desarrollados: Inglaterra, Francia, EUA, Alemania, Canadá, Japón e Italia, encontramos, que en uno y en otro mundo, aparecen escenas en donde la creatividad se pone de manifiesto para resolver una crisis y el trabajo enfocado en una causa se hace evidente. La madre de dragones lucha siempre por liberar a los pueblos oprimidos y que están bajo la esclavitud. El G-7 pugna por encontrar soluciones para evitar el calentamiento global, entre otros grandes temas.
Las temáticas que aparecen en cada capítulo de Game of Thrones, contra los que tenemos en la vida real, son diferentes, pero las formas de negociación, cabildeo y comunicación son las mismas, solo con una ligera diferencia, estimado lector, ahora no usamos cuervos para comunicarnos.
La consigna para ambas visiones (la real y la de ficción) es la misma, obtener un acuerdo “ganar-ganar”.
Revisemos a los principales cabilderos de Game of Thrones:
Tyrion Lannister: un inteligente consultor que desempeña el papel de la Mano (consejero) de Khaleesi, responsable de la estrategia general; es valiente y osado. Sus consejos son tomados en cuenta ya que sus análisis parecen de alguien que estudió un MBA o un máster en planeación estratégica. Su retórica es impecable.
Varys: asesor tenebroso que tiene una basta red de pajarillos (en la realidad sería llamada una amplia red social) que vende sus consejos al mejor postor. Ahora es consultor de Khaleesi, pero antes lo fue de los Lannister . Un hombre informado.
Davos Seaworth: asesor y amigo de Jon Snow, el Rey del Norte. Un hombre con experiencia militar, sensible y generoso para su época.
Missandei: joven consultora, que bien pudiera pasar por representante de los millenials, con habilidad para los idiomas, otorga consejos de manera serena analizando el panorama detalladamente.
Finalmente, están los Maestres, los más viejos de la tribu que dictan las tendencias y son los Spin Doctors de Game of Thrones. Los iluminados.
¿Qué tenemos?
El cabildeo y la negociación están presentes en cada capítulo de la serie, negociaciones que se presentan también en nuestro mundo. Solo esperemos que nadie dé la orden que caracteriza a Daenerys: Dracarys (fuego), y que nos haga colapsar. Esperemos que no.
Nos encontraremos más adelante.