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El rol de los influencers ha crecido en la actualidad y en medio de este ejercicio se ha consolidado un importante referente del valor que hay en el mercado entre estas personalidades.
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Dentro de redes sociales diversos empresarios han denunciado sus pésimas experiencias con influencers, desde quienes las califican de ciberedecanes hasta quienes exhiben el robo de prendas.
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Las malas prácticas en la comunicación dentro de redes sociales manifiesta la necesidad de regular a la brevedad lo que ocurre en este escenario.
La amenaza a perder su cuenta, por un llamado de la influencer a quien le pagó por promoción, llevó a una empresaria a desistir de exhibir la estafa de la que fue objeto, cuando pidió a una celebridad de redes promocionar su marca.
El hecho se suma a otras denuncias, donde diseñadores dan cuenta de cómo son víctimas de una especie de robo, pues las prendas prestadas a influencers para eventos jamás son devueltas.
Ante esta serie de inconsistencias, es importante notar el reto que tienen las marcas hoy en día en poder comunicar de manera acertada ante las audiencias con la ayuda de los influencers y lo importante que es regular esta actividad, debido a la perversión en que han caído diversas cuentas y el proceder injusto en que las plataformas de redes actúan, revictimizando a las cuentas afectadas.
Las influencers son “ciberedecanes”
La empresaria Fernanda Gotte realizó una interesante denuncia en Tiktok, donde argumentó por qué las influencers deben ser conocidas como “ciberedecanes”.
A decir de la mujer, ella invirtió 6 mil pesos en una pauta con una influencer al inicio de la contingencia sanitaria en 2020, para que promocionara la marca de la que es dueña.
La mujer asegura que por el favoritismo que le tenía estaba segura de que la pauta en redes sociales tenía que ser con ella, por lo que pidió una cotización a través de su manager, donde escogió un paquete donde solo publicaba historias, esto de una larga lista de propuestas con base en las cuales trabaja la influencer.
La opción que eligió consistió en stories, sin necesidad de recibir su producto. La opción elegida consistió en una sola storie que se reposteaba por dos semanas y posteriormente, asegura que le llegó un formulario donde se le pide dar detalles de todo lo que necesitaba que se mencionara en las redes de esta personalidad.
“Literalmente si te das cuentas las influencers son ciberedecanes o ciberactrices, como las quieras llamar”, fustigó en su crítica donde aceptó que tras el pago no se cumplió con el periodo de tiempo en que se llevarían a cabo las publicaciones, lamentando que incluso el producto que compartió con la influencer le fue devuelto, a pesar de que en la pauta, mientras duró publicada, aseguraba haberla probado y encontrarse feliz de haber hecho uso de ella.
@fernandargotte Story time: una de las influencers más famosas de Monterrey me robó $6,000 pesos #monterrey #inufluencers #parati #storytime ♬ Monkeys Spinning Monkeys – Kevin MacLeod & Kevin The Monkey
Robo de prendas
Otra de las prácticas que han sido expuestas en redes sociales y que cometen los influencers es una en donde se advierte que estos hacen préstamos de prendas de ropa y no la devuelven.
La denuncia del diseñador Eduardo Blas exhibe las pésimas prácticas que se cometen entre influencers y revela el reto que hay en la industria para regularla.
“No que otros pinches ojetes, les prestamos ropa, con tiempo para venoir a probaerse escogerla y para entregarla es un pedo, presté desde los Elliot y supuestamnte no tienen tiempo para entregarlos”, dijo Eduardo, lamentando no solo la actitud de los influencers, también de las agencias que los representan y sirven de contacto con los diseñadores.
@eduardoblassmexico q crees q paso ? #eduardoblass ♬ sonido original – Eduardo Blass
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