Tengo que confesar que soy un enamorado de las ideas. Las ideas son, después de todo, lo que sustenta el crecimiento de la humanidad. Aún más en este mundo actual, en el que claramente vivimos en una sociedad de la información, el activo más importante es la información, que al final de cuentas, son ideas. La evolución de las últimas décadas ha sido, en gran medida, basada en ideas. Las nuevas tecnologías surgen a partir de nuevas ideas de cómo hacer las cosas, por ejemplo, alguien tuvo una de cómo simplificar algún proceso productivo y, de la noche a la mañana, surgen nuevas industrias; todo esto basado en las ideas.
Desde el surgimiento del internet en los años 90, la humanidad ha presenciado un crecimiento exponencial de las ideas. El ritmo al que la humanidad generaba ideas y conocimiento antes del internet era muy inferior al ritmo actual. Aún con ciertos medios masivos como la televisión, la radio y medios impresos de circulación masiva, el crecimiento del conocimiento no era tan explosivo como lo ha sido después del surgimiento del internet. En cierto modo, el almacenamiento de información previo al internet estaba muy limitado a registros que tenían que ser consultados manualmente y no a dar un click como se hace en internet hoy en día.
Podríamos decir que, el surgimiento del internet, no sólo como medio de comunicación y de transmisión de conocimiento, sino también como una gigantesca base de datos de conocimientos almacenados, cambió al mundo para siempre. El cambio fue tan radical como el que vivió la humanidad con el surgimiento de la agricultura que, hasta antes de su surgimiento, los alimentos no eran almacenados y se vivía de forma nómada, siguiendo a los animales para cazarlos y alimentarse. Los alimentos de origen vegetal que estaban disponibles eran los que había en la naturaleza de manera silvestre, sin ningún control por parte de la humanidad, de esta forma, nuestros ancestros eran obligados a moverse de una región a otra en busca de animales, frutas y vegetales para alimentarse. Al surgir la agricultura se comenzó a tener un exceso de producción de alimentos que se podía almacenar y consumirse todo el año, lo que llevó a nuestros antepasados de una vida nómada a una vida en comunidades y ciudades.
Lo mismo ha pasado con las ideas en los medios digitales y en Internet. Las ideas han pasado de medios impresos como libros, revistas y periódicos, en los que la búsqueda de información era manual y lenta a que hoy en día, después de décadas de evolución en Internet, prácticamente todo el conocimiento producido por la humanidad está disponible para ser buscado a través de Google y otros buscadores; la posibilidad de acceder a un número casi infinito de ideas está allí. El conocimiento se empezó a almacenar, a organizar, a indexar y esto lo volvió más útil para todos nosotros. Se puede decir que, el almacenamiento de información, como lo fue el almacenamiento de alimentos, lo volvió más útil y creó nuevas formas de utilizar dicha información para generar nuevas ideas y nueva información. El internet actúa como catalizador para la explosión de conocimientos.
Si bien, las ideas son la base de la economía actual, también se han vuelto una especie de commodity, un bien común. En internet podemos ver muchas ideas de cómo abrir un negocio que se parecen mucho entre sí. Quizá, la gran idea que discutiste con tus amigos la semana pasada ya está siendo ejecutada en algún otro país, con alguna ligera variación. Esto nos lleva a otro punto importante, las ideas, para conseguir tener un impacto en el mundo, necesitan de ejecución. Una idea de una nueva tecnología o una nueva campaña de marketing puede ser fantástica y entusiasmarnos a todos, pero no cambiará nada si no se ejecuta adecuadamente.
Las ideas son aquel impulso creativo y seguirán siendo el motor que mueve al mundo por muchos años más, sin embargo, ese impulso necesita de acción. La diferencia entre el siguiente unicornio (startup con una valuación de más de mil millones de dólares) y una idea que sólo genera una conversación interesante, la hace la capacidad de ejecutarla. La ejecución fue la que ha hecho que algunos proyectos de garage de universitarios se conviertan en las empresas con mayor valuación de mercado hoy. El próximo Steve Jobs no sólo necesita de una idea extraordinaria, sino también la capacidad de llevarla a la realidad, a través de su ejecución.