En 2014, por primera vez en la historia, los servicios de música en streaming han generado más ganancias que la venda de discos compactos en Estados Unidos. Un negocio que se había convertido en la fuente más importante de ingresos para la industria de la música desde los 90, el disco compacto ha sido destronado por las descargas digitales tan recientemente como 2012, justo el mismo año en el que las ganancias por descargas llegaron a su pico.
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Según la Recording Industry Association of America, las ventas de CD’s acumularon $1.860 millones el pasado año, mientras que los servicios de streaming como Spotify, Pandora o iTunes Radio contribuyeron con $1.870 millones al total de la industria de la música que obtuvo casi $7.000 millones. Las ganancias de las descargas permanentes alcanzaron los $2.580 millones, para continuar con la tendencia, mientras los consumidores continúan su migración hacia los servicios de streaming. De hecho en tres años el número de suscriptores a servicios de streaming se ha cuadruplicado para pasar de 1,8 millones a 7,7 millones.
La industria de la música grabada en Estados Unidos, ahora genera difícilmente dos tercios de sus ganancias de las fuentes digitales, indicando cuan drásticamente ha cambiado el mercado de la música desde comienzos del siglo 21.
