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La industria farmacéutica tiene en el cáncer una importante fuente de ingresos.
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Los únicos medicamentos que reducirán sus ingresos a futuro son los antirreumáticos.
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Por si aún no lo sabes, este pasado martes se conmemoró el Día Mundial Contra el Cáncer, una fecha establecida por la Organización Mundial de la Salud, para generar conciencia y mover a la sociedad para avanzar en la prevención y control de esta enfermedad. Desafortunadamente, todavía son muchos los casos de cáncer que se reportan año tras año. Para las personas y sus seres queridos esta enfermedad sin duda puede ser una pesadilla, pero cuando se trata de la industria farmacéutica, esta y otras enfermedades representan un impulso importante a sus finanzas.
Lo anterior viene en relación a los distintos aportes que las empresas farmacéuticas reciben gracias a la venta de medicamentos de receta y de venta libre para tratar las diversas afecciones. Tal como lo presentamos en la gráfica de este día, con datos del estudio EvaluatePharma World Preview 2019, son miles de millones de dólares los que se genera la industria como consecuencia de la venta de medicamentos.
De acuerdo con la información, son los medicamentos oncológicos, para el tratamiento del cáncer, los que mayor aporte tienen, para el año 2024 se estima que generarán 236.6 mil millones de dólares, cifra que prácticamente se duplica en relación a la registrada en 2018.
Después de estas medicinas, y con un aporte considerablemente menor, se encuentran los que ayudan al tratamiento de la diabetes. Para ellos se estima que los ingresos que aportarán en 4 años serán equivalentes a 57.6 mil millones de dólares, cifra apenas superior a la que se registró hace un par de años.
Finalmente, el tercer puesto lo ocupan los medicamentos antirreumáticos, su aporte para el 2024 se calcula en 54.6 mil millones de dólares, no obstante, en este caso en particular la cifra representa una disminución con respecto a la de 2018.
Aunque pueda verse como un negocio importante para la industria farmacéutica, no se debe descartar la idea de que gran parte de esos ingresos tienden a ser invertidos en investigaciones que ayuden a generar tratamientos más efectivos ya sea para el cáncer o para otras enfermedades.