No bastará con proclamarlo, se deberán dar pruebas. Así ha sido determinado por el gobierno de Islandia que exigirá a las compañías demostrar que pagan el mismo sueldo, para luchar así con la brecha salarial entre los géneros.
Esta nueva vía legal, marca una nueva etapa en la búsqueda de la igualdad de género, la etnia, sexualidad o nacionalidad y le convierte en el primer país a nivel mundial, en obligar a las empresas a demostrar con pruebas, que los factores citados, no son determinantes de las diferencias salariales, como ha explicado el Gobierno de Islandia.
La legislación será presentada al parlamento durante marzo, para establecer esta exigencia a todas las empresas con más de 25 empleados, que deberán así ofrecer las pruebas necesarias para obtener la certificación que demuestre que el salario es igual, por el mismo trabajo, sin que medien género, etnia, sexualidad o nacionalidad.
La nueva normativa deriva de ocho años de trabajo sobre el tema durante los cuales han trabajado de forma conjunta diversas asociaciones, agentes sociales y los ministerios de Bienestar y Finanzas.