Si las compañías están buscando razones para incrementar la diversidad de género en sus plantillas y en sus niveles ejecutivos, no tienen más que mirar a la evidencia, y tal vez al hacerlo, las empresas mexicanas podrían impulsar un crecimiento que necesitan hoy más que nunca.
Las compañías que tienen a mujeres en los más altos cargos corporativos están asociadas a una mayor rentabilidad, según un estudio del Instituto Peterson de Economía Internacional, que analizó datos de casi 22 mil compañías de 91 países, que cotizan en los mercados bursátiles.
“La presencia de mujeres en posiciones de liderazgo corporativo puede mejorar el desempeño de las firmas”, afirma el estudio, que señala además que esta correlación refleja que las mujeres incrementan la diversidad de habilidades que pueden estar presentes en una compañía.
Pese a esta realidad, casi el 60 por ciento de las compañías analizadas o tienen a ninguna mujer en sus consejos de administración, y más de la mitad no tienen a mujeres en puestos ejecutivos. Menos del 5 por ciento tienen a una mujer como su directora ejecutiva.
Destacan negativamente las compañías mexicanas, según las cuales, el porcentaje de mujeres en altos cargos ejecutivos es menor a 0.075. En cambio, Noruega es el país con las compañías más diversas en género, pues un 40 por ciento de los asientos de sus consejos de administración y un 20 por ciento de sus puestos ejecutivos, están ocupados por mujeres.
Por industrias, es el sector financiero el que tiene una mayor presencia de mujeres ejecutivas, seguido del sector salud y las telecomunicaciones; mientras que hay una mayor presencia de mujeres en consejos administrativos de empresas en el ramo de los servicios públicos, productos de consumo y también el de las finanzas.
Los sectores relacionados con materias primas, el energético y el tecnológico son los que tienen una menor presencia de mujeres en altos cargos.
Los hallazgos de este reciente estudio, se ven respaldados por lo que la consultora McKinsey Global encontró en una investigación publicada el año pasado, en la que señala que si los sectores productivos hicieran mayores esfuerzos por dar oportunidades de trabajo y crecimiento laboral a las mujeres, el Producto Interno Bruto global podría incrementarse en 12 billones (millones de millones) de dólares.