Lego, la compañía fabricante de los famosos bloques de construcción para niños, es una de las marcas más exitosas de la última década, que conserva la lealtad de unos consumidores que suman ya varias generaciones por un producto entrañable.
De acuerdo con Brand Finance, que elabora el Índice de Fortaleza de Marca (Brand Strenght Index), Lego se ubicó en el puesto número uno de 20 marcas analizadas por criterios como inversión en marketing, lealtad de los clientes y el staff y el desempeño de negocio. En una escala del 1 al 100, Lego obtuvo una calificación de 93.4 y superó a otras como Red Bull, Unilever, Burberry, Rolex, L’Oreal o Coca-Cola.
Y es que los bloques de Lego, comercializados en sets o escenarios para armar, son un producto que a diferencia de muchos otros, no pierde valor, sino al contrario. De hecho, de acuerdo con analistas del diario británico The Telegraph, en los últimos 15 años algunos inversionistas han logrado un mayor retorno de inversión mediante sets de Lego que con activos en bolsa, cuentas bancarias o incluso oro.
“Los juegos de Lego que se mantienen en óptimas condiciones han incrementado su valor en un 12 por ciento cada año desde el inicio del milenio, y los precios de segunda mano han aumentado para colecciones específicas tan pronto como dejan de producirse. Las colecciones más nuevas tienen un desempeño incluso mejor, pues aquellas que fueron lanzadas el año pasado se venden en e-Bay por un 36 por ciento más que el precio original”, asegura Dan Hyde, Editor de asuntos de consumo del rotativo.
Por el contrario, explica Hyde, los inversionistas que han puesto dinero en el oro, han recibido sólo un 9.6 por ciento de ganancias anuales durante la última década, y aquellos que han invertido en productos financieros generan un 2.8 por ciento de interés. “Algunas colecciones de Lego que alguna vez se vendieron por menos de 100 libras, hoy cuestan cientos en los mercados de segunda mano”.
El set que más ha incrementado su valor es el “Cafe Corner” que salió a la venta en 2007 y que originalmente tenía un precio cercano a los 130 dólares, pero hoy se vende hasta en 3 mil 200 dólares, con lo cual quienes venden las colecciones en mercados de segunda mano tienen inversiones de más de mil por ciento.
La clave, explica Ed Maciorowsky, fundador de BrickPicker.com, es que todas las colecciones de Lego son descontinuadas en algún punto después de que la licencia de alguna película expira o la compañía quiere renovar su portafolio, lo cual hace que cualquier persona que tenga un set de Lego, sin importar cuál sea, y lo mantenga en buenas condiciones, tiene posibilidades de venderlo por un buen precio.
Lo anterior explica en parte la fortaleza que tiene el vínculo entre los clientes de Lego y sus productos, y también ilustra por qué, pese a no ser la marca de juguetes más grande del mundo en términos de ingresos (esa es Mattel), sí es -y de lejos- la marca de juguetes más valiosa del mundo de acuerdo con el ranking de Brand Finance para 2015, con un valor de 2 mil 890 millones de dólares, muy por encima de Fisher Price, Barbie, Playskool o las gigantes Mattel y Hasbro.