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Las emisiones derivadas del petróleo continuarán en aumento hasta, por lo menos 2040
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El avance de las energías renovables continuará, pero el ritmo no será lo suficientemente rápido como para compensar los efectos de la expansión de las economías mundiales
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Lo explica el informe anual de la Agencia Internacional de la Energía (AIE)
La vida del petróleo no está terminada ni mucho menos. Aún con el avance de las energías alternativas y el creciente desarrollo de la movilidad eléctrica, todo indica que las necesidades del mundo por la energía que deriva del crudo seguirá aumentando hasta la década de 2030.
Además, las emisiones derivadas de su uso, que contribuyen al cambio climático, continuarán en suba hasta, por lo menos, 2040.
Así lo detalla el informe anual sobre las previsiones a futuro de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), organización que en el mismo estudio exige un “fuerte liderazgo” de los gobiernos para reducir las emisiones.
El reporte aporta un dato clave: “la creciente demanda de camionetas deportivas podría anular los beneficios ambientales del aumento de los autos eléctricos”, publica AP.
El organismo, que asesora a los gobiernos occidentales sobre políticas energéticas, dice que el crecimiento de la demanda seguirá aumentando en los próximos años a pesar de que se espera una marcada desaceleración en la década de 2030, publica Reuters. Dice bien claro: “desaceleración”, pero nada de freno ni de retroceso.
Según el estudio, la inversión actual en energías renovables es importante pero a la vez “insuficiente” para satisfacer las necesidades de las poblaciones en crecimiento, especialmente en ciudades superpobladas de Asia y África.
En números: la AIE proyecta una demanda global de 106,4 millones de barriles de petróleo diarios hasta 2040. En 2018, la demanda fue de 96,9 millones, promedio por día.
Según describió el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, “lo que se ve con claridad es que no existe una solución única o simple para transformar los sistemas de energía actuales. Se necesita un fuerte liderazgo de los encargados de formular políticas, ya que los gobiernos tienen la responsabilidad y las mayores posibilidades para dar forma al futuro ecosistema energético”.
El estudio explica que a pesar del crecimiento en fuentes de energía alternativas, como la eólica y la solar, las emisiones de carbono alcanzaron un máximo histórico en 2018.
Bajo el escenario de las políticas actuales, la AIE pronostica que el crecimiento de las energías renovables continuará, liderado por la energía hidroeléctrica, eólica y solar, pero el ritmo no será lo suficientemente rápido como para compensar los efectos de la expansión de las economías mundiales y de la población mundial.
Dice que la demanda de energía aumentará un 1% anual hasta 2040, y aunque los niveles de emisión disminuirán, no alcanzarán su punto máximo hasta después de 2040.
El petróleo y la energía solar
Según las proyecciones, la energía solar se convertirá en la mayor fuente de energía en 2040, especialmente impulsada por la disminución de los costos.
El viento también será un jugador clave ya que se espera que la energía generada por las turbinas eólicas en alta mar crezca 15 veces para 2040.
El avance de la energía solar se producirá a expensas del carbón, que actualmente es la mayor fuente de emisiones de carbono relacionadas con la energía. La AIE dice que la participación de mercado del carbón caerá del 38% actual al 25%, en 2040.
Otro dato importante: India será el mayor impulsor mundial del crecimiento de la demanda de energía y China el mayor consumidor mundial.
Otro punto significativo del informe dice que Estados Unidos generará cada vez más petróleo gracias a los yacimientos de shale. Incluso asegura que en los próximos cinco años, la producción de shale del país de Donald Trump superará la producción total de Rusia.
Además, China superará a la Unión Europea para convertirse en el mayor importador neto.
India se expandirá tanto que importará el 90% de su petróleo.
Volviendo a las camionetas, el estudio dice que la demanda de vehículos eléctricos está creciendo, pero también la de SUV mucho más grandes y menos eficientes.
El número de SUV en las carreteras en todo el mundo aumentó de 35 millones en 2010 a más de 200 millones en 2018, lo que representa el 60% del aumento en la flota mundial de automóviles durante ese período de 8 años, publica CNBC.