México.-En todas partes hemos visto campañas para reducir el consumo de bebidas que son nocivas para la salud como en el caso de los refrescos. El aumento al IVA en bebidas saborizadas con azúcares añadidas que recientemente se aprobó en México, ha generado controversias en materia de economía, política y salud. Ante este panorama, resulta importante verificar el consumo de bebidas no alcohólicas en norte y sudamérica, con el fin de reflexionar acerca del impacto de ciertos productos y también para orientarnos en cuanto a mercadotecnia orientada a esta rama.

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Según un estudio de Euromonitor International, en México contamos con un gran consumo de Fuze Tea, que se ha mantenido como preferida de los consumidores no solo gracias a una importante red de distribución, también por el desplazamiento de Nesteá de muchas tiendas, jalando a los consumidores habituales del último, que se quedaron con Fuze Tea por la fuerza de la costumbre. El gran impulso que Coca Cola le dio a su Fuze Tea, terminó ganando la batalla a Nestlé y el Nestea luego de que ambas empresas rompieran su acuerdo empresarial en enero del 2011.

A pesar del antes mencionado aumento del impuesto, es un hecho que la Coca Cola ocupa otro lugar importante en las mesas mexicanas. Muchas familias no renunciarán a la costumbre de utilizarla como complemento principal de sus comidas y almuerzos. Según el mismo estudio, México tiene uno de los niveles de consumo per cápita de bebidas carbonatadas más altos a nivel mundial.

En cuanto a las bebidas calientes, el atole se sigue manteniendo como la indiscutible favorita, manteniendo viva la tradición. Se adquiere en importantes cantidades también en su versión de mezcla en sobre, listo para preparar, siendo Maizena la marca líder.

No somos el único país algo obsesionado con las bebidas carbonatadas; en Argentina, por ejemplo, son los refrescos lo que más se consume, a pesar de que el país está atravesando por un periodo de concientización respecto a los problemas de obesidad. En Brasil, por otro lado, están preocupados por las bebidas energéticas y por las que enfocan sus esfuerzos en vender salud y belleza como Bioleve Colágeno. También se caracterizan por elegir aguas frescas por encima de los concentrados. Es Bolivia quien indiscutiblemente tiene preferencia por el agua embotellada, por las bebidas deportivas y lo que se venda bajo la etiqueta de “saludable”; lo mismo sucede en Chile, en donde el mercado se enfoca en vender bebidas saludables aunque las familias siguen teniendo a sus bebidas carbonatadas como base. Toda América Latina parece enfocarse en los conceptos de salud y energía, sumándose Costa Rica, Colombia y Perú a la boga de lo saludable.