Desde finales del año pasado se auguraba que este sería un año con mucho trabajo para las agencias de relaciones públicas. Las tensiones sociales y culturales que se vieron exacerbadas por situaciones políticas y económicas marcaban el inicio de doce meses -cuando menos- en los que las empresas de cualquier categoría se enfrentarían a consumidores mucho más sensibles y susceptibles a temas que por definición afectarían sus decisiones de compra, percepciones de marca y exigencias hacia las mismas.
Por tomar un punto de partida, valdría mencionar las polémicas desatadas ante las intenciones de la administración de Estados Unidos por construir un muro en la frontera con México. A finales del pasado mes de enero, el presidente Donald Trump firmaba una una orden ejecutiva para iniciar dicha construcción.
Para las empresas, el impacto real de esta propuesta estaría en su significado. La imagen del muro tiene una connotación que pone en riesgo la convivencia e integración comercial entre Estados Unidos y México, en una zona geográfica que desde hace varios años es entendida como una región interdependiente económicamente, con fuertes vínculos culturales que resultan en relaciones comerciales importantes para empresas tanto nacionales como americanas.