El último último reporte del Índice de Puntualidad de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) reveló que el 22 por ciento de los retrasos que hubo en el aeropuerto de la Ciudad de México son imputables, es decir, fueron por errores humanos o de la aerolínea impuntual.
De acuerdo con el aeropuerto capitalino, las demoras son consideradas retrasos cuando exceden los 15 minutos, y al mes de febrero de 2017, las aerolíneas menos puntuales fueron: Magnicharters, Volaris, Interjet, Viva Aerobús y Aeromar.
A raíz de su impuntualidad, esas aerolíneas están obligadas a pagar un 20 por ciento del boletaje solo en vuelos cancelados, sin embargo, como medida de presión para un mejor servicio, autoridades buscan que aerolíneas impuntuales paguen entre el 5 y 10 por ciento por vuelos demorados, sin embargo, las aerolíneas no quieren pagar más del 5 por ciento.
De acuerdo con la Cámara Nacional de Aerotransporte (Canaero), las compañías aéreas mexicanas que sufran retrasos imputables tienen que explicar las razones de sus retardos, a través de las pantallas de los aeropuertos del país, además que tienen que colaborar con las quejas que emitan los consumidores ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
En una entrevista para A21, el diputado de Acción Nacional (PAN), Miguel Ángel Salim, las aerolíneas impuntuales no tienen intención de bonificar el 20 por ciento del boleto a los consumidores de vuelos, por lo que el Congreso trabaja en una iniciativa para “obligar a las líneas aéreas impuntuales” a bonificar sus retrasos.
No obstante, entre las aerolíneas más puntuales del país se encuentra Aeroméxico, con un 91 por ciento y TAR, con un 93 por ciento, es decir, su nivel de impuntualidad imputable es menor al 10 por ciento.