• Se espera que Stellantis debute este martes en la bolsa de Nueva York, específicamente en el New York Stock Exchange (NYSE)

• Después de arrancar en la bolsa norteamericana, se espera que Carlos Tavares haga su primer presentación pública como CEO del grupo

• Mientras que el ex-líder de Peugeot dirigirá el nuevo grupo comercial, el antiguo director de Fiat-Chrysler, tendrá las operaciones en Norteamérica

Ya se había anunciado que este fin de semana se concretó por fin el acuerdo de fusión entre Peugeot y Fiat-Chrysler en la gigante automotriz Stellantis. También ya se sabía que hoy iba a ser su primer día en las bolsas europeas de París y Milán. Pero era incierto cómo iba a ser el desempeño de sus acciones en su “debut” en el mercado bursátil. Ahora, de acuerdo con Reuters, parece que los inversionistas están recibiendo con los brazos abiertos a la compañía.

Las acciones de Stellantis se dispararon en hasta 7.5 por ciento en las primeras horas desde su debut en las bolsas europeas, de acuerdo con la agencia. En Milán, los títulos del nuevo grupo automotriz empezaron con un valor de 12.75 euros, y ya se habían apreciado a más de 13 euros para las 10:00 horas GMT. Reuters asegura que las acciones listadas en París tenían un comportamiento y nivel bastante similares a las de sus contrapartes en las bolsas italianas.

Cabe destacar que el cambio de Peugeot/Fiat-Chrysler a Stellantis en el mercado de valores también se dio en el transcurso del fin de semana. Los títulos de Peugeot fueron convertidos a nuevas acciones de Fiat-Chrysler. Posteriormente, todas fueron convertidas al nuevo ticket de Stellantis. Al cierre de los mercados el viernes pasado, se había valuado los títulos de Fiat-Chrysler en 12.57 euros por unidad,  por lo que el nuevo grupo incluso abrió con ganancias.

Un desempeño notable de Stellantis

Hay que reconocer que el debut de la gigante automotriz es un éxito por sí solo. Pero el gran lanzamiento de Stellantis al mercado de valores es mucho más notable considerando que las bolsas europeas no se están comportando igual. También en información de Reuters, el valor de los títulos en el Viejo Continente amanecieron, en general, deprimidos. Esto, luego que se rechazó tajantemente una fusión entre la francesa Carrefour y la canadiense Couche-Tard.

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El impulso inmediato en el peso de Stellantis en el mercado de valores también podría ser una respuesta al interés de agentes gubernamentales. De acuerdo con Barrons, el vice-ministro de economía en Italia, Antonio Misiani, mostró su interés en adquirir una participación importante en el gigante automotriz. Si bien aún no hay algún plan concreto anunciado para la operación, sí podría ayudar a disparar aún más el valor de los títulos de la compañía en el futuro próximo.

Y aunque se trata de una empresa relativamente nueva, el poder combinado de Fiat-Chrysler y Peugeot ya está llamando la atención de otras marcas en la industria. De acuerdo con Seeking Alpha, se espera que Stellantis y la marca de conducción autónoma Waymo den continuidad  a la alianza comercial que tenía Fiat-Chrysler antes de la fusión. Pero también es probable que su enfoque se extienda, considerando que la automotriz tiene mayor tamaño y capacidades.

Expectativas para la fusión de Fiat-Chrysler y Peugeot

A largo plazo, Stellantis tendrá enormes desafíos y expectativas con las cuales cumplir. No solo debe de resolver algunos de los problemas de eficiencia y rendimiento que heredó de sus fundadores. También tiene que lidiar con un entorno cambiante con cada vez más rivales en el horizonte. No hay que olvidar que incluso Apple está pensando entrar a la competencia por los vehículos eléctricos e inteligentes. Hasta se ha rumorado que tiene un acuerdo con Hyundai.

Por otro lado, así como los fundadores de Stellantis tuvieron un duro 2020, muchos de los rivales del grupo automotriz están aún recuperándose del golpe del año pasado. Y para un par de casos, como Ford, están surgiendo también nuevos problemas. La gigante norteamericana tuvo que salir hace poco de Brasil, cerrando tres de sus plantas productivas. Si bien algunos agentes creen que fue un movimiento estratégico, otros apuntan que es una cuestión política.