La incursión y el desarrollo profesional son, sin duda, aspectos relevantes para los actuales y futuros líderes del mundo del marketing. No obstante, las tendencias en los criterios de integración de talento se están enfocando a las habilidades blandas, más allá de las técnicas que suelen darse por sentado.
Por otro lado, las organizaciones y los empleadores están preocupados por atraer y fidelizar al talento adecuado, puesto que las nuevas formas de vida y estilos de trabajo marcan una nueva tendencia de empleabilidad siendo más multiproyecto, que funcional. No obstante, aquí comparto las 8 principales cualidades profesionales que observamos en el gremio de la mercadotecnia:
Pasión: Es la principal característica que incluso llega a ser más relevante que el tipo de carrera, en virtud que los equipos de marketing tienden a ser multidisciplinarios, por ello la pasión puede llegar a ser el diferenciador más importante en el mercado laboral del mercadeo. Esta cualidad se hace evidente a través de la dedicación, generación de propuestas y capacidad de observación. Aquellos que tenemos esta pasión, analizamos cómo se comunica el mundo, qué consumimos, etc.
Desde el punto de vista organizacional, los colaboradores apasionados generan mayor valor agregado y tienen una mayor vinculación y disposición para colaborar en situaciones críticas.
Responsabilidad: La capacidad de respuesta se ha vuelto un diferenciador, ya que el accionamiento ético es pieza clave de la sostenibilidad de las marcas y empresas. En el entorno del marketing suelen verse comprometidas la toma de decisiones sobre campañas, productos, experiencias, por mencionar algunas; aunado a la presión que suele tenerse por generar los mejores resultados.
Esta cualidad se observa a través de la práctica, el tomar en consideración no sólo el “qué” sino el “para qué” se toman estas decisiones, así como el impacto más sostenible que garantice la perdurabilidad en el largo plazo.
Otro aspecto relevante suele aplicarse con el conocimiento de la regulación aplicable, así como lineamientos y buenas prácticas gremiales como es el caso de la Asociación Mexicana de Agencias de Publicidad (AMAP) y la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercado (AMAI), entre otras.
Transparencia: El manejo de la información es una práctica cada vez más regulada. Los consumidores y audiencias exigen que las marcas y organizaciones rindan cuentas acerca de su operación hasta fórmulas y etiquetados. Por ende, el profesional de marketing tiende a ser coherente con este principio ya que la claridad en la entrega de resultados favorece garantizar una operación e inversión sostenible.
Respeto: Los resultados son cruciales, sin embargo, la forma en que se alcanzan también es relevante, es por ello que desde el clima laboral hasta las labores de atención al cliente y community management es necesario que operen bajo este principio; ya que desde decisiones más tácticas como la generación de un post hasta el lanzamiento de una nueva solución o producto, es importante evaluar, no trasgredir, lo más importante en el mundo de los negocios: las personas.
El respecto tiene una visión integral que va desde los clientes, compañeros, proveedores hasta los competidores. Ya que adicional a ser un elemento básico del clima laboral, también es relevante para temas de reputación en el manejo de las marcas y organizaciones.
Equidad: Este principio más allá de temas de inclusión de género y capacidades, es un elemento que debe considerarse en los diversos campos de las tomas de decisiones, como es el caso de las estrategias de desarrollo de productos y fijación de precio. Debido que el ganar-ganar suele sólo enfocarse a relaciones empresariales, sin embargo, la equidad se refleja en cómo devolvemos valor a los clientes a cambio de su decisión de compra. Es así porque los estados de resultados y utilidades deben también leerse y conectarse con los clientes. Resignificar la clasificación de los costos, principalmente todos aquellos que representan acciones relevantes para los clientes.
Por ejemplo: al realizar una campaña de publicidad conlleva decisiones financieras con respecto al retorno que brinde esta inversión, con lo cual el resultado es incuestionable. No obstante, la labor del profesional de marketing es que esta inversión sea relevante para el cliente. No debe comunicar únicamente, debe concientizar.
Autodesarrollo: El capital intelectual no sólo es empresarial sino también individual, es por ello que la capacidad de contar con conocimientos e información es crucial; considerando un panorama donde la tecnología avanza de forma cada vez más acelerada y con ello sus aplicaciones prácticas en la mercadotecnia.
Por ello es importante responsabilizarse de la formación personal. De igual forma, la tendencia del conocimiento profesional está migrando de la especialización hacia la diversificación. Es por ello que invertir tiempo y recurso en conocimientos adyacentes u opuestos a nuestra actividad o industria pueden generar nuevas formas de hacer negocios.
Expansión de límites: Esta cualidad no sólo es personal sino organizacional, sólo con centrarse en los modelos actuales en lugar de los incrementales pone en riesgo la perdurabilidad de las organizaciones y marcas, aún así, esta expansión es generada desde el talento humano.
Una forma de visualizar esta cualidad es a través de propuestas ampliadas, con esto no me refiero solo a cumplir con los requerimientos de los briefs y clientes internos, sino brindar propuestas integrales que incluso el propio usuario no visualiza.
Generación de conocimiento: No basta con saber más sino cómo somos capaces de transferir el conocimiento; la capacidad de generar impacto en el entorno es sin duda una cualidad relevante, con lo cual, habilidades sociales y comunicacionales son el soporte de la transferencia de conocimiento. Por eso es importante generar conversaciones entre áreas, ya que en medida de que se brinden mayores conocimientos, aumenta la capacidad de empatía organizacional y con ello la agilidad para desempeñar las iniciativas.