Estamos viviendo tiempos complicados dentro de las organizaciones, pues los cambios que ocurren en todo el mundo son tan rápidos y tan complejos, que merecen una toma de decisiones en el mismo sentido por parte de los líderes que están en los máximos niveles jerárquicos y que tienen que adaptarse a las circunstancias del entorno para mantener crecimientos sostenidos y de productividad que permita el éxito organizacional en todos sentidos.

Por ello es importante que un líder tenga claridad y una estrategia definida sobre lo que pretende hacer en una empresa y con su equipo de trabajo para cumplir con los objetivos que se plantean, pues no puede dejarlo todo al “haber que pasa” e ir arreglando y ajustando todo conforme vayan ocurriendo los hechos. Entonces un verdadero líder tendrá que adaptarse a las nuevas tendencias generacionales y poner en práctica lo siguiente:

1. Actuar

Un líder no puede darse el lujo de quedarse pasmado y ser pasivo en una época donde tomar decisiones sin desperdiciar tiempo valioso puede convertirse en la diferencia entre generar una utilidad o una pérdida para la empresa, o en una reducción o incremento en los costos de la misma. La pasividad en un líder no se puede entender, los líderes tienen que ser motores dentro de las organizaciones y su actuar será la clave del éxito.

2. Administrar

Los líderes tienen que aprender a administrar el tiempo, el capital humano, los recursos financieros que les son asignados. El arte de administrar cualquier tipo de recurso es esencial, porque les permite ser eficientes en el manejo de todo tipo de instrumento y sacar lo mejor del mismo, para que les lleve a satisfacer cualquier tipo de necesidad que surja dentro de la organización.

3. Anticipar

Los líderes tienen que ser visionarios, anticiparse a los hechos para tomar ventaja de ello y explotarlo en beneficio de la empresa. Estar enterado de lo que está ocurriendo en la periferia del negocio es fundamental para detectar amenazas o identificar áreas de oportunidad.

4. Actualizarse

Los líderes no pueden ser soberbios y creer que saben todo; que ya no pueden aprender más y que al contrario son los poseedores del conocimiento y por lo tanto todo el mundo debe rendirse a sus pies para que puedan aprender de ellos; es lo peor que puede hacer un líder, porque siempre tienen que mantenerse actualizados, estudiar nuevas tendencias y por lo tanto mantener una capacitación constante que les permita seguir adquiriendo nuevo conocimiento y lo puedan aplicar en las organizaciones.

5. Agrupar

El manejo de grupo es fundamental para un líder, pues mantener compacto a su grupo de trabajo es clave para conseguir los objetivos establecidos y cualquier tarea que vaya surgiendo sobre la marcha. El éxito de un líder es directamente proporcional al manejo de equipo que tenga, porque el líder se debe a su equipo y no a su actuación individual.

6. Analista

Estamos en un mundo donde la cantidad de datos que manejamos es realmente significativa, por lo tanto, esos datos y toda información que emane de los mismos tendrán que ser analizados por los líderes para dirigir estrategias adecuadas que ayuden a mejorar y a optimizar el desempeño organizacional.

7. Acelerar

Mantener un gran ritmo para lograr la consecución de los objetivos es una labor importante para todo líder, pues habrá ocasiones donde se tendrá que pisar el acelerador a fondo para lograr que los miembros del equipo se muevan a máxima velocidad, pues el entorno así lo requiere. Acelerar significa agilizar todo a mil por hora para estar a la altura de los cambios que se dan cada segundo y de no estar preparados para adaptarnos al cambio, podría resultar en fatales consecuencias.

La constante innovación, cambios radicales en tecnología, cambios generacionales y nuevos modelos de negocio requieren también una modificación en la manera de actuar y en las características personales de los líderes, pues adaptarse a un mundo que cambia tan rápido no es sencillo, pero los líderes de las empresas están empezando a entender que necesitan tener una clara línea de enfoque que les permita construir una estrategia sólida que les garantice tener éxito tanto en lo personal como en su equipo de trabajo y evidentemente a nivel organizacional.