Si bien la persistencia es la materia prima que lleva al éxito, lo cierto es que hay conductas o costumbres que no ayudan a que las personas logren obtener triunfos, como ejercitarse o dejar de fumar, ya que atraería menos problemas físicos en el futuro.
Para el autor de distintos libros de inteligencia emocional, Travis Bradberry, refiere que aquellos que caen en el campo de la aproximación están motivados por desafíos y no pierden tiempo tratando de resolver problemas que no tienen una solución factible. Se trata de alimentar la motivación. Bradberry enumeró 6 actividades que pueden afectar tu éxito personal:
Dejar de dudar. La confianza juega un papel fundamental para el éxito, y ejemplificó test laborales de HP, donde del 100 por ciento de los criterios que se exigían, descubrieron que las mujeres se postulaban solo cuando cumplían con todos los requisitos, mientras los hombres se postulaban con solo cumplir el 60 por ciento, lo cual demostró que los más arriesgados dominaban los escalones superiores, porque estaban dispuestos a intentar más posiciones.
Dejar de posponer cosas. Si bien el cambio es complejo, deshacerse de cosas o situaciones innecesarias es doblemente difícil, ya que cuando las cosas son difíciles, siempre es más fácil decidir enfrentarlas mañana, el problema es que “el mañana nunca llega”, lo cual significa que no queremos hacerlo o quieres los resultados sin el trabajo duro.
Dejar de pensar que hay pocas opciones. Al buscar, siempre habrá más de una opción. En ocasiones una elección entre dos cosas parece que son igualmente malas, en realidad hay otra opción, que es fingir que no eres una víctima voluntaria, ya que no es necesario que juegues a ser víctima, ya que Bradberry sentencia que “para tener éxito en el nivel más alto, tienes que dejar de dar tu poder”.
Dejar de hacer lo mismo una y otra vez. Ya que, de continuar, los resultados siempre serán los mismos, pues el hecho es simple: si mantienes el mismo enfoque, seguirás obteniendo los mismos resultados, no importa cuánto esperes lo contrario, ya que si deseas resultados distintos, necesitas cambiar de enfoque, incluso cuando es doloroso hacerlo.
Dejar que pensar que todo funcionará porque sí. Es cómodo creer que las cosas saldrán adelante por sí solas, ya que no es así, ya que tú serás el encargado de hacer que funcionen, lo cual tendrá ciertas implicaciones, donde tendrás que ser proactivo y tener iniciativa.
Dejar de decir “sí” todo el tiempo. Según Travis, al decir que sí todo el tiempo estás diciendo que no a otra cosa, y como ejemplo “decir que sí a horas extras es decirle no al gimnasio”, ya que cuando más difícil sea decir que “no”, terminarás estresado, agotamiento o incluso depresión.