Lanzar una app parece ser una necesidad imperante para marcas, empresas, prestadores de servicios e incluso profesionales independientes. Sin embargo, el mercado de las aplicaciones para dispositivos móviles representa diversos retos y factores que deben ser analizados a conciencia con el fin de evitar un fracaso rotundo y caer en las largas filas de las aplicaciones zombi.
1.- La monetización llega en varias vías
Cobrar por la app, generar un servicio de suscripción o mostrar publicidad son los métodos más comunes para monetizar una app. Se deben estudiar a fondo estas tres posibilidades para implementar la estrategia más adecuada al tipo de app y el tipo de contenido que vamos a generar para el usuario final. De elegirse un método erróneo de monetización, la vida de la aplicación puede llegar a ser muy corta.
2.- La distribución no es tan sencilla como parece
A pesar de que se ha vendido la idea de que basta con subir un interruptor para que nuestra app esté en una tienda y comiencen a llegar las descargas (y el dinero generado), la realidad es mucho más compleja. El 90 por ciento de las apps que se publican en la App Store, por ejemplo, permanecen prácticamente invisibles para la mayoría de los usuarios.
3.- Debe existir una estrategia de marketing detrás
Tomando en cuenta el punto anterior, no basta con publicar nuestra app en una tienda de contenido como la App Store o la Google Play Store, se debe contar con una estrategia de marketing que colabore en posicionar la app en el top of mind de los consumidores, y en que aumente el nivel de reconocimiento de la misma. Sin un plan de mercadotecnia detrás será muy difícil conseguir descargas.
4.- Las plataformas menos famosas pueden ser la clave
Android y iOS cuentan con la mayor saturación del mercado de aplicaciones móviles, en cambio, plataformas más jóvenes o con un mercado menos maduro, ofrecen apoyo a los desarrolladores con tal de nutrir sus tiendas de contenido, por ejemplo, Windows 10 o Fire OS.
5.- Wearables y otros dispositivos
El último factor a tomar en cuenta antes de lanzar una app, es considerar cuál es la plataforma real en la que se desempeñará de mejor manera y podrá agregar valor para el usuario. Las apps ya no sólo viven en los smartphones y las tablets, ahora dispositivos como relojes inteligentes o gafas de realidad virtual/aumentada, pueden ser una alternativa mucho más rentable al corto y largo plazo.