Imaginemos que tienes una empresa, que eres consultor, empleado o que eres profesional independiente. No importa tu caso, de cualquier forma, tu objetivo es enamorar vendiendo(te) y según todos nosotros los súper expertos y eruditos en marketing digital – léase con tono de sarcasmo – decimos que en efecto, las redes sociales son lo máximo para ¡¡¡vender!!! Empiezas a investigar, lees, consultas… Encuentras todos los tips, pasos y demás para a echar a andar tu sueño, hacerte de mucho dinero en las ventas a través de las redes.
Comienzas a preparar un blog, whitepapers, cursos/videos tutoriales y cuanto se te ocurra para manejar lo CLAVE: entrega GRATIS de contenido y así los clientes llegarán automáticamente y ¡zas! Te comprarán tus productos /servicios.
Y ahí vas… con todo el ánimo posible, escribiendo cada semana en el blog, trabajando (creando/curando) y subiendo contenido. Actualizando Twitter, Facebook, Instagram…
Pasa el tiempo, unas semanas… unos meses y ves que no obtienes respuestas inmediata a las acciones, entonces empiezas a dejar a un lado el famoso contenido porque “parece” que nadie lo está leyendo. Y a veces este punto de quiebre es como un eclipse, sucede para que te des cuenta de lo que está funcionando y de lo que no.
Justamente porque muchos de nosotros nos hemos encontrado en este punto me gustaría compartir estas tres grandes verdades del marketing de contenido, que, si bien es muy efectivo, no es un milagro (aunque los grandes gurús digan que sí).
1. Audiencia Correcta
Estamos hablando de calidad y no cantidad, personas interesadas en nuestra industria, multiplicadores naturales que compartan nuestra información. ¿A quiénes estamos enviando nuestro contenido? Podemos segmentar nuestra audiencia actual o nueva en grupos para tener una amplia visión de quiénes son, qué quieren (o necesitan) oir y cómo podemos atraerlos como leads. Buscar una tasa de conversión lo más alta posible. ¿Cuántos leads podemos convertir en clientes?
2. Tiempo, constancia y calidad: Credibilidad
Al iniciar el marketing de contenido, este se convierte en una promesa para tu audiencia. Recibir en tiempo, forma y calidad ese contenido se vuelve una espera natural en ellos. Piensa, por ejemplo, en el periódico que recibes todas las mañanas, o en el resumen digital de noticias al que te has suscrito. ¿Qué pasa si un día falla? Si estás acostumbrado a él, creo que no será buena noticia para ti no recibirlo ese día.
Deberías tener la misma mentalidad al desarrollar una estrategia de marketing de contenido; la distribución debe ser constante, en tiempo y en calidad.
Si tu audiencia es la adecuada y tú eres constante en las entregas, llegará el toque mágico (tarde o temprano) en donde el momento y la necesidad de tus leads se conjuguen con tu presencia, y obtendrás finalmente al Cliente.
3. Escuchar y retroalimentar
En este punto tu contenido ya se convierte en una conversación y como tal debes escucharla. De manera honesta analiza si tu audiencia está disfrutándolo y si no es así, busca estrategias para crear algo más llamativo o deseado.
Pero lo más importante es ser sincero contigo mismo, preguntar a tu audiencia, realizar encuestas, buscar opinión. Definir qué quieres medir y cuáles son los objetivos a alcanzar. Escuchar, retroalimentar y ajustar e intentar de nuevo.
Hay infinidad de estrategias para crear buen contenido pero aunque tengas el mejor de ellos, aunque seas líder en tu industria por la calidad del mismo; si careces de constancia y paciencia, difícilmente puedes lograr atraer leads y menos aún, convertirlos en clientes.
¡Gracias por Leerme!
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