Las empresas pierden con frecuencia a expelentes trabajadores sin saber exactamente porqué. Y aunque al preguntar a la gente sobre las razones que convierten a un trabajo en satisfactorio, el salario, los beneficios o el ‘cargo” puedan ser respuestas comunes, la verdad es que, a la hora de estar satisfecho en un empleo, otros factores son los que entran en juego.
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O esto es lo que considera Malcolm Gladwell, autor del bestseller Outliers: The Story of Success, quien mantiene en su obra que para estar satisfecho en el trabajo, existen 3 razones, que poco tienen que ver con el dinero o el status.
Según Gladwell, los tres ingredientes para ello, son:
- Complejidad. Los trabajadores desde sentir que dominan nuevas habilidades de forma constante. Una vez que ha logrado saber como funciona algo, el trabajo se vuelve menos motivador. Ayudar a los empleados a ganar nuevas destrezas y a tener mayores responsabilidades contribuye a mantenerles comprometidos con lo que hace.
- Autonomía. En este caso, la autonomía de un empleado está relacionadas con el sentido que éste tenga sobre la capacidad de tomar decisiones e influir en su lugar de trabajo. Un factor difícil de que se cumpla, especialmente en las estructuras organizaciones en las que la jerarquización es muy rígida y los roles aún más. Puede que sea difícil que un empleado pueda elegir sus propios proyectos, pero puede darse algo de libertad para determinar las tareas que asumirá o la forma en que serán realizadas.
- Una relación significativa entre el esfuerzo y la recompensa. En palabras del propio Gladwell, “El trabajo duro es una sentencia de prisión sólo si este no tiene un significado”, es decir, si se trabaja durante semanas en un proyecto que no termina de arrancar, o detestas tu ambiente de trabajo cada hora que estás allí pero te pagan un buen salario, el resultado de esta cuenta no es el adecuado para lograr la satisfacción laboral.
Tres factores que vale la pena revisar, tanto si está en la posición de trabajador, como de empleador o directivo, para reconocer posibles fallas que puedan estar minando la satisfacción laboral. Y que pueden ser manejados para jugar a favor de esa meta.