Según Brandwatch, la industria retail en México se mantiene fuerte y en crecimiento, ya que el número de tiendas totales crecerá un 6.5 por ciento durante 2017, ya que mil 800 cadenas minoristas abrieron durante 2016.
De acuerdo con Money, las tiendas físicas ya están adoptando cambios, como el de la cadena Nordstrom, quien este año abrió su primera tienda, no para comprar ropa, sino para probársela y consultar estilistas o consultoras, para posteriormente recibir la prenda en casa. Según parece, las tiendas buscan eliminar la experiencia de comprar y recoger, así como eliminar las filas de caja o las búsquedas de algún artículo que pudieran quitar el tiempo a compradores. Entre otras características que tendrán las tiendas, destaca:
Pago con lector facial. Una de las tendencias es incrementar un método de pago “más cómodo”, donde no sea necesario el dinero en efectivo, o tarjetas de crédito. Al parecer, serán pagos a través de un carrito de compras virtual en lugar de una línea de “pago anticuada”, es decir, los pagos serían con un escáner de retina o huella digital.
Revolución del concepto de “cliente frecuente”. Las cadenas minoristas han intentado fusionar las operaciones en línea y en la tienda por años, como forma de sincronía que signifique que un sitio web sabe quién es su comprador, y que las tiendas físicas también lo identifiquen con reconocimiento facial. Concretamente, las tiendas no estarían restringidas por los artículos que no tengan en existencia, ya que previamente con el pedido en línea, las tiendas tendrían impresoras 3D para personalizar productos, como ropa o calzado.
Probar antes de comprar. La interacción con los productos parece ser otra tendencia, como lo hacen Samsung y Apple, las cuales tienen tiendas solo para que cualquier persona pruebe sus productos. En un futuro, los clientes podrán ver, probar la ropa en cualquier estilo, tamaño, color o tela, gracias a escaneos biométricos con realidad aumentada.