Recientemente tuve la oportunidad de dar una serie de conferencias a ejecutivos de R. H. pertenecientes a una compañía de telecomunicaciones en Latinoamérica. Durante la comida, algunos de ellos solicitaron mi visión sobre el trabajo en los años por venir que explicara la evolución del mismo en diez años.

Inquietos, querían saber como el futuro cambiaría sus actividades cotidianas, su seguridad profesional y personal y, -con más preocupación aún- a qué se enfrentarían en el mañana con las habilidades con que contaban hoy -sobre todo- si éstas no cambiaban. Al momento pensé que esta inquietud la podrían tener también los jóvenes que recién comenzaban su trayectoria profesional y/o los que ingresaban a los centros de educación profesional. Mis comentarios fueron:
“Si hace poco más de diez años Facebook no existía y, diez antes de éste no teníamos la Internet cuando, “estos medios” -entre muchos- han sido en parte responsables del cambio de rumbo y manera de trabajar, ¿Qué será del trabajo dentro de diez o más años?. Si el “cloud computing” -agregué- no estaba en nuestras mentes hace 5 años y los cursos masivos de educación abierta (MOOC) eran inimaginables, así como la mensajería instantánea. Seguramente el trabajo, como lo conocemos, sufrirá muchas modificaciones en diez. Con un desempleo rampante en las grades ciudades del planeta y escasos puestos de trabajo calificado, ningún futuro empleador -en su sano juicio- contratará personal por el simple hecho de que éste se presentase cada mañana sin propiciar una alta productividad y un amplio conocimiento cibernético y creativo. Es muy posible -les mencioné- que en los años por venir, veremos una estructura de trabajo más flexible, más auto-administrada y con más colaboración en un mundo laboral que, por otro lado, será menos seguro y protector. El trabajo -concluí- será organizado y manejado por generaciones cuyos ‘valores’ serán diferentes a los actuales y el género femenino, así como la actual generación X, estarán en control de la operación y la planeación a diferencia de hoy”. Algunas de mis muy personales predicciones:

1. Más tecnología orientada a las finanzas, la salud y la educación. El trabajo que dominará la recluta de talento en el futuro, se basará definitivamente en el manejo ágil y utilitario de los procesos y artilugios tecnológicos tanto como sus aplicaciones en conceptos financieros y/o de investigación orientados al crecimiento (alta productividad y expansión) con todas sus aplicaciones. La gente trabajará -a cualquier hora- desarrollando soluciones para necesidades especiales “sobre todo en administración de ahorros de retiro, riqueza, salud (de tercera edad) y educación a distancia”. Las empresas encontrarán dificultad en atraer talento debido al hecho de que éste se encontrará (como veremos más adelante) muy confortable en la proveeduría externa e independiente donde obtendrá más realización doblando ganancias. Estas empresas encontrarán que este problema se solucionará creando una sociedad corporativa remota lo que, en el futuro, nos llevará a…