La firma Rocket Lab lanzó al espacio hace unos días un producto que tiene como finalidad ser un “recordatorio para todos en la Tierra de nuestro frágil lugar en el universo”, se trata de una estrella artificial, la primera en su tipo, que podrá ser vista desde cualquier punto del planeta.
Denominada la Estrella de la Humanidad (Humanity Star), este objeto similar a una bola disco, fue lanzado en secreto en Nueva Zelanda como un paso “casi sin procedentes” en la exploración del espacio comercial, de acuerdo con Peter Beck, fundador y directivo de la empresa, a través de una misiva que sería retomada por medios.
La esfera reflejará los rayos del sol de vuelta a la Tierra y creará en el proceso de luz un destellante, por lo que, se convertirá en el objeto más brillante en los cielos nocturnos durante los próximos nueve meses, tiempo que tiene establecido para permanecer en órbita.
#StillTesting kick stage separation with @SpireGlobal LEMUR2-Tallhamn-ATC and LEMUR2-Marshall on board. pic.twitter.com/57QMv1CQpD
— Rocket Lab (@RocketLab) 23 de enero de 2018
Sin embargo, lo que se esperaba fuera un acontecimiento de relevancia mundial, debido a que “creará una experiencia compartida para todos en el planeta”, se convirtió en una de los actos que mayor disgusto ha generado en la comunidad científica en los últimos tiempos, ya que diferentes voces del sector expresaron su malestar con este movimiento, el cual fue acusado de aumentar la contaminación lumínica.
Según The Guardian, el astrofísico Richard Easther, de la Universidad de Auckland, señaló que este caso no representa un gran problema, pero la idea de que se convierta en un fenómeno común, especialmente a mayor escala, mandaría a los astrónomos a la calle.
Por su parte, Mike Brown, del Instituto Tecnológico de California, expresó a través de su perfil en Twitter “Wow, Graffiti espacial intencionalmente brillante a la largo plazo. Muchas gracias. @RocketLab”. A su vez, Caleb Scharf, director de astrobiología de la Universidad de Columbia precisó en la revista Scientific American, que la estrella representa “otra invasión a mi universo personal, otro ítem ostentoso que ruega ser visto”.
“Introducir una esfera brillantemente luminosa en el cielo se siente igualmente abusivo. Definitivamente es un recordatorio de nuestro frágil lugar en el universo, porque está infestando la mismísima cosa que necesitamos apreciar urgentemente”, sentenció Scharf.