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Coca-Cola es considerada una de las empresas de refrescos más grandes de todo el mundo por volumen de ventas
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Durante la pandemia de COVID-19, sus resultados se desplomaron con la reducción en el consumo y las tendencias pro-salud
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Sin embargo, se espera que sus resultados vuelvan a cifras “normales” a medida que la economía global se vuelve a activar
Se vienen unos meses potencialmente difíciles para la refresquera más grande del mundo. De acuerdo con Reuters, Coca-Cola está oficialmente al centro de una investigación de la Unión Europea (UE) por presuntas prácticas anti-competitivas. Una vocera de la Comisión Europea dijo que ya se han mandado cuestionarios a varios agentes del mercado, como parte de una “investigación preliminar”. Sin embargo, no se dieron comentarios de cuándo podría finalizar.
La misma Coca-Cola admitió, en una declaración a la agencia de noticias, que había recibido una solicitud de información de la UE. Un vocero de la compañía dijo que se cooperará con la Comisión plenamente. También dijo que “sería inapropiado de nuestra parte el comentar sobre un proceso que aún está en curso”. Sin embargo, sí hizo la aclaración que la refresquera se acata a las leyes de competencia europeas, así como a todos los marcos legales aplicables.
Reuters sugiere que esta investigación parte de una serie de quejas y protestas que varios agentes de la industria han hecho a lo largo de los años. El grupo EuroCommerce, a través de su director general Christian Verschueren, dijo en un comunicado que las prácticas de ventas de marcas como Coca-Cola preocupan a sus miembros. Esto, porque usan su penetración de mercado y poder para imponer “condiciones unilaterales y limitar la competencia a su favor”.
¿De dónde sale la investigación contra Coca-Cola?
Las condiciones que señala EuroCommerce están bien ejemplificadas en un caso que expone Law360. En abril pasado, Coca-Cola fue demandada por un retailer británico. Esto, después que la compañía supuestamente consiguió su lista de contactos para ahorrarse los servicios del distribuidor. Y así, poder vender sus productos directamente a las tiendas. Un ejemplo en donde claramente se retrata un balance de poder desigual entre la refresquera y el mercado.
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Pero es muy difícil identificar un único momento en el que Coca-Cola haya empezado a llamar la atención por prácticas anti-competitivas. Y es que, durante prácticamente toda su historia como líder del mercado, se le ha acusado de limitar a sus rivales. Según WARC, en 2004 se cerró un proceso, también con la UE, por esta misma razón. Entonces, se comprometió a compartir más espacio con otras refresquera y a promover más la decisión del consumidor.
Incluso en México, uno de los mayores consumidores de Coca-Cola en todo el mundo, se ha metido en problemas por temas de competencia. Según Progressive Grocer, en 2002 se le encontró culpable de volar las reglas del mercado. Como castigo, no solo se le obligó a terminar con una serie de tratos de exclusividad. Incluso tuvo que descontinuar muchas de sus prácticas de ventas y marketing, como algunos tratos con pequeñas tiendas y negocios.
2021, un año difícil para la refresquera
Solo la investigación de la UE haría que Coca-Cola se preparara para unos meses (y aún más probable, varios años) de dificultades. Pero desde hace ya un buen rato que la refresquera está acumulando retos y dolores de cabeza. Por ejemplo, a mediados de mayo, tuvo que sacar de los anaqueles de América del Norte su bebida energética Energy. Algo que la pone en una gran desventaja frente a PepsiCo, que ha tenido proyectos más prometedores en el segmento.
A eso se debe de sumar que, a inicios de mayo, un grupo de empleados robó su fórmula. En específico, la de un químico que se utiliza en el interior de sus latas de aluminio. La persona en cuestión recibió los cargos de robo de secretos comerciales, conspiración para llevar a cabo espionaje económico y fraude electrónico, entre otros. Esto, solo poco después que Coca-Cola perdiera a uno de sus empleados más importantes en China prácticamente sin aviso.