Si bien la emergencia sanitaria supuso la caída en ventas para muchos negocios, también trajo consigo la creación de nuevas oportunidades de mercado y quizás uno de los mejores ejemplos es lo que sucede con los cubrebocas.
Como era de esperarse muchos de los hábitos adquiridos durante la contingencia tendrán que ver con temas de higiene y protección de la salud.
Detrás del negocio
Cuando menos así lo indica un estudio firmado por Psyma el cual indica que 3 de cada 4 consumidores dice que el paso del COVID-19 le dejará algún cambio permanente dentro de su vida.
De estos, 30 por ciento tendrá más higiene, 22 por ciento estarán más unidos con sus familias, 17 por ciento cuidará más su salud, 15 por ciento ahorrará más, 12 por ciento tendrá más conciencia sobre las enfermedades, 9 por ciento valorará más la vida, 7 por ciento estará más preparado ante otra contingencia y 7 por ciento cuidará más el planeta.
Aunque el 36 por ciento de los consumidores asegura que, una vez pasada la pandemia, comprará de manera normal al pasar la contingencia, la realidad es que su comportamiento mostrará algunas discrepancias que abrirán un espacio de oportunidad para algunos productos.
Con estas cifras de antesala, queda claro que ya sea por decisión propia o bien por acatar las nuevas condiciones sociales ciertos productos podrían generar mercados millonarios.
Más de una marca
Con esto en mente cientos de marcas han volteado a ver el desarrollo de cubrebocas como una alternativa a sus negocio principales.
Cabe destacar el ejemplo de Adidas, firma que lanzó sus mascarillas y aún cuando la venta de este producto se limita a ciertos mercados, la realidad es que se han convertido en todo un éxito entre los consumidores, a tal grado que ya se revenden por cinco veces su precio a pocos días de su lanzamiento.
Tal y como lo reportan desde Business Insider, un paquete de apenas tres máscaras faciales de protección fabricadas y firmadas por la reconocida marca deportiva fue vendido en eBay por el valor de 90 dólares.
Esta cifra es cinco veces mayor al precio de salida del producto que desde su página web se tasa en 16 dólares más gastos de envío.
Caso similar ocurrió con Under Armour, mientras que otras firmas como Victoria’s Secret esperan que sus recientes líneas de mascarillas salven algo del caótico año que se vive en el sector retail.
La tecnología llega al segmento
Ahora, han salido a relucir algunas propuestas d marcas que no sólo están buscando capitalizar la oportunidad de la manera más convencional, sino que han decidido convertir estas protecciones medicas en un accesorio inteligente.
Tal es el caso de la propuesta lanzada por dos emprendedores españoles llamados Álvaro González y Simona Lacagnina, mismos que han puesto en el mercado el cubrebocas CLIU, mismo que se destaca por tener funciones especialmente únicas para el prevenir contagios.
Además de tener la capacidad de auto desinfectarse, está habilitado para medir la calidad del aire y alertar de focos cercanos de coronavirus.
Adicional, al ser conectado a un smartphone mediante una aplicación informa sobre la respiración y la frecuencia cardiaca de quien lo porta.
Las bondades de este dispositivo será accesible para todos aquellos usuarios que estén dispuestos a pagar 250 euros (cerca de 6 mil 400 pesos mexicanos), con una duración a decir de sus clientes de cinco años. Se estima que en el otoño podría llegar a Latinoamérica en donde México está incluido.