El tema de acoso a las mujeres es sin duda un tema delicado y especialmente sensible en el mercado mexicano. Diversas organizaciones y marcas se han sumado en la lucha por erradicar este problema social que no es menor y aunque la causa es justa, lo cierto es que ciertos eventos pueden desvirtuarla de manera importante restándole valor. Tal es el caso de #LadyCinepolis.
Ante de entrar al problema es justo reconocer que el acoso es un lastre que en más de un sentido limita el desarrollo de la mujer y, sin duda, la pone en riesgo.
Basta con reconocer lo que sucede eme el yérrelo laboral. Estimaciones de Grupo Human indican que cerca de 40 por ciento de los profesionistas mexicanos han experimentado acoso laboral y 5 de cada 10 personas consideran que el lugar en el que trabajan no cuenta con los canales de comunicación necesarios para denunciar y detener estos comportamientos.
Para ser más específicos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que el 79.1 por ciento de los casos de violencia laboral contra la mujer sucede en los centros de trabajo, y ésta suele ser emocional (48.45 por ciento) o sexual (47.9 por ciento).
Nace #LadyCinepolis
En medio de estas cifras, es importante apuntar que aunque los casos de acoso van a la alza, también es una realidad que tipificar cualquier acto hacia la mujer en este rubro no hará más que demeritar una lucha en la que muchas mujeres y colectivos se mantienen para dar la importancia y relevancia que este tipo de preocupantes problemas merecen.
De una denuncia falsa de acoso, es de lo que justamente se le acusa a #LadyCinepolis en redes sociales, luego de que se diera a conocer un video que ha ganado cierta visibilidad y popularidad.
En días pasados, mediante la cuenta de la usuaria identificada como Claudia Griselle Ramírez Ordaz (@soyordaz1982) se dieron a conocer una serie de videos en las que se muestran un par de clientas de Cinépolis que dijeron haber sido víctimas de acoso luego de que un trabajador de la cadena de cines les pidiera bajar los pies de las butacas ubicadas en la fila delantera a sus lugares.
De manera puntual, se sabe que este hecho ocurrió en la plaza comercial Perisur, ubicada al sur de la Ciudad de México, hace apenas algunas semanas.
El incidente fue grabado por el propio empleado involucrado quien, luego de llamar la atención de las mujer por tener los pies sobre las butacas delanteras, llamo a los elementos de seguridad ya que, según el relato disponible, las asistentes respondieran a la solicitud con patadas a los asientos.
Con la llegada de los elementos de seguridad, el asunto se agravó y el empleado decidió comenzar a grabar los hechos.
Ante esto, la ahora conocida como #LadyCinepolis amenazó al hombre indicando que se aseguraría que perdiera su empleo al tiempo que señaló que lo demandaría por acoso al notar que la estaba grabando.
“¿Sí te enseñaron a respetar a las mujeres?” le dice la joven indignada al trabajador para después amargar con una amenaza “Si yo te demando, te vas 80 años a la cárcel o por al menos un buen rato mientras demuestras que eres inocente”.
Las dos caras
Es cierto que el tema del acoso no es nada menor para las mujeres en el país. No obstante, es cierto que catalogar cualquier incomodidad en este rubro podría no hacer más que agravar el problema.
La compleja situación y las condiciones alrededor de este tema, en buena medida son resultado de un histórico mal entendimiento de lo que es y no es acoso, por tanto es crucial poner límites al respecto.
Con miras a no verse involucradas en situaciones como las que ahora muestra el caso de #LadyCinepolis, muchas marcas han tomado acciones para evitar a toda costa cualquier situación que sugiera acoso.
Hacia 2018, por ejemplo, luego del caso de Kevin Spacey Netflix impuso una serie de normas que deberán de seguirse dentro de sus rodajes para evitar ciertas actitudes que pueden terminar en una acusación de acoso sexual.
La iniciativa se dio luego de que los principales responsables de los sets de rodaje tomaran una serie de cursos para combatir y detectar problemas de esta naturaleza.
Entre las normas de conducta se centran la siguientes:
- Esta prohibido mirar por más de cinco segundos a un compañero de equipo
- Los abrazos deberán ser limitados
- Queda prohibido coquetear en el set
- Los números telefónicos y demás datos personales no se pueden compartir por razones que no sean estrictamente profesionales.
- Mientras que Netflix no ha confirmado o desmentido esta información, sí han hecho énfasis en el en estar “orgullosos de los cursos de prevención del acoso” que ofrecen en sus producciones porque quieren que trabajar en una producción de Netflix sea “seguro” y que haya un “ambiente de trabajo respetuoso”.