Si una emprendedora ha estado en boca de todos en meses recientes esa a sido la muxe conocida como Lady Tacos de Canasta.
Esta mujer saltó a la fama durante 2016 cuando se hizo viral un video en el que se le muestra gritando por las calles de la Ciudad de México un peculiar cántico: “taaacos, taacos de canasta, los tacos”.
Luego de este peculiar material, la fama para esta vendedora de tacos de canasta creció gracias a diversos episodios. Tras algunos enfrentamientos con elementos de la capital del país que le impidieron vender sus productos en vía pública hasta la fallida invitación para participar en Master Chef y el hecho de ser protagonista en un episodio de una serie de Netflix (Las Crónicas del Taco), quien también es conocida como Marven he encontrado la forma para convertirse en una marca por si misma.
La discusión
Lo cierto es que ahora esta mujer que se ha convertido en un ícono en redes sociales, ahora se ha convertido nuevamente en ojo de la polémica, luego de que se hiciera pública una disputa con un restaurante local en la colonia Narvarte, Ciudad de México.
Hace algunos días, desde sus redes sociales, Lady Tacos de Canasta informó a sus seguidores y clientes que dejaría de vender en aquella colonia luego de no haber llegado a un acuerdo con el restaurante “Usharu”.
En un comunico difundido desde sus cuentas en plataformas como Facebook e Instagram, Lady Tacos de Canasta aseguró que la ruptura laboral con este establecimiento fue por “razones personales y fue determinante la falta de compromiso de la otra parte, ya que los acuerdos no se cumplieron y transgredieron mi persona, con el tiempo se va a prendiendo que siempre habrá gente que quiera abusar”. Adiciona aseguró que desde principios de este mes, el único lugar donde podrían encontrarla con su reconocida canasta de tacos sería en un local ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, justo a espaldas del Palacio de Bellas Artes.
Este anuncio generó toda clase de comentarios, en donde una gran parte de los mismos se enfocaron a desacreditar al mencionado restaurante.
Como respuesta, desde las cuentas oficiales de Usharu dieron réplica a lo dicho por Lady Tacos de Canasta indicando que las razones por las que se dio el cese del contrato de colaboración tuvo que ver con la cantidad exigida por la mujer para comercializar sus tacos en el mencionado establecimiento, misma que no era otras más que 200 mil pesos mensuales.
La respuesta
Julio César Cruz, responsable del mencionado restaurante, indicó que Lady Tacos de Canasta le habría hecho llegar “un borrador de un contrato en el que pretendía que se le pagaran 200 mil pesos mensuales, por un licenciamiento de su marca, en el cual abiertamente sólo se beneficiaba ella, y me daba a entender que si algo salía mal era únicamente mi responsabilidad. Sobra decir que dicho contrato se encuentra completamente desproporcionado y no representa ni para mi persona ni para mi negocio beneficio alguno, por lo que no accedí a firmarlo”.
Adicional, los perfiles sociales del restaurante en cuestión compartieron el supuesto borrador que Lady Tacos de Canasta pidió que Cruz firmara.
La copia de este documento fue acompañad por el texto: “Usharu se disculpa públicamente con Juan Francisco Martinez Ventura ‘Lady Tacos De Canasta’ por no poder cubrir la cuota de 200 mil pesos mensuales para poder comercializar sus tacos de canasta, esta cantidad fue solicitada mediante el borrador hoy 1 de julio de 2021”.
¿Quién pierde?
Una vez más los comentarios se mostraron en diversos sentidos y magnitudes. Y es que mientras algunos acusaron de abusiva la cantidad exigida por Lady Tacos de Canasta, otros tantos aseguraron que era un precio justo por la publicidad que el lugar podría ganar.
Al hacer un balance, la realidad es que ambas marcas pierden. Mientras el restaurante se despide de un gancho interesante para atraer clientes, la emprendedora pierde la oportunidad de capitalizar un nuevo mercado.
Aunque las pérdidas no son iguales bajo esta lectura, lo cierto es que en términos de reputación ambas marcas pierden por igual.
Más allá de dar la razón a alguna de las posturas emplazadas en esta discusión, lo único que queda claro es el importante rol que las redes sociales juegan ahora mismo en la construcción de la reputación, aspecto que si bien no es nuevo, en tiempos recientes ha ganado especial relevancia.
Recordemos que, de acuerdo con datos publicados por Statista, la opinión de las personas sobre la compañía es el principal factor (94 por ciento) que aporta o afecta la reputación de una compañía, incluso por encima de los reconocimientos obtenidos (88 por ciento) o la publicidad (86 por ciento), situación que toma otras dimensiones si consideramos que el 70 por ciento de las personas asegura que al tomar sus decisiones de compra, la reputación de la empresa que respalda a una es un aspecto fundamental que, incluso, ostenta un mayor valor que las características del producto mismo.
Aunque estas cifras se relacionan con la reputación de una empresa, lo cierto es que juegan en el mismo sentido cuando se habla de la imagen personal.
Bajo este entendido, construir una reputación sólida para una marca hoy significa más que ser reconocida en el mercado por ciertos atributos particulares; gestionar la opinión pública mediante espacios como redes sociales se trata de un aspecto crucial, en donde un punto que no debe olvidarse es que en estos canales, cualquier contenido publicado, sin importar su antigüedad, puede jugar en contra del branding personal.