Internacional.- Según la organización americana anti-violencia sexual, Rainn, en el 47 por ciento de los casos de abusos y violaciones el agresor es amigo o conocido de la víctima. Como hay algo que “no se está comprendiendo bien”, el diseño está allí para ayudar.
Una de las tantas definiciones de diseño gráfico dice que se trata de una actividad creativa y técnica que consiste en transmitir ideas por medio de imágenes. Es una herramienta vital en muchos casos para explicar cosas que, sólo con palabras, no es posible.
Por eso fue muy útil en casos como los Panama Papers, por ejemplo, para entender de qué se trataba. Es lo que hicieron el editor gráfico Javier Zarracina y el periodista Alvin Chang, ambos colaboradores en Vox, cuando diseñaron esta serie de dibujos.
O en este otro caso, cuando el buen diseño llegó para explicar qué está pasando en Siria. El video, con animaciones y relato, fue obra de los españoles Sergio de Pazos y Bruno Teixidor y resumió en sólo 10 minutos cientos de años de conflicto.
No estás entendiendo
Vamos al que no interesa ahora, el de la diseñadora y dibujante Alli Kirkham, que tuvo una interesante idea: ejemplificar con comics la diferencia entre consentimiento y violación. Pareciera algo sencillo de comprender, pero no es así.
Kirkham explicó que los dibujos llegan para poner “un poco de perspectiva muy necesaria sobre lo que realmente significa el consentimiento”. Esa perspectiva es clave si se tiene en cuenta que según la Organización Americana Anti-violencia Sexual, Rainn, el 47 por ciento de los violadores son amigos o conocidos de la víctima, y que cuatro de cada cinco asaltos son realizados por alguien la víctima conoce.
Alguien (y no es la víctima) no está entendiendo qué es el consentimiento.
Las 7 historias que la artista presenta pueden ser trasladadas al ámbito sexual. Allí se encontrarán muchas de las excusas que los agresores argumentan como justificativo.