A principios de este año, Astra Zeneca habría decidido cambiar el nombre de su fármaco de inmunización contra el Covid-19 luego de vivir una crisis de reputación ante los posibles efectos secundarios de su vacuna. Ahora, es la vacuna de Pfizer la que ha tomado esta decisión, pero con  un trasfondo totalmente distinto.

Durante la tarde de ayer se dio a conocer que Estados Unidos otorgó la aprobación total a la vacuna de Pfizer/BioNTech para mayores de 16 años, situación que sin duda sería un motor para agilizar la estrategia de vacunas en contra del coronavirus en aquel país.

Mediante un comunicado emitido por la  Agencia de Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en ingles) se dio a conocer que dicho organismo “aprobó la primera vacuna contra COVID-19” para la Unión Americana.

Con esto en mente, la vacuna de Pfizer es la primera en recibir la aprobación completa, con lo que desde ahora se podrá comercializar bajo la marca Comirnaty.

“Aunque millones de personas ya han recibido con seguridad la vacuna contra el COVID-19, reconocemos que, para algunos, la aprobación de la vacuna por parte de la FDA puede infundir una confianza adicional para vacunarse”, dijo la comisaria interina de la FDA, Janet Woodcock.

Lo que significa

En este punto es interesante entender lo que este nuevo cambio de nombre supone, más cuando reconocemos que la vacuna de Pfizer será la primera en poder comercializarse.

De acuerdo con Scott Piergrossi, presidente de creatividad del Brand Institute, organismo encargado de crear el nuevo nombre, indicó que este “representa una combinación de los términos COVID-19, ARNm, comunidad e inmunidad”.

De manera puntual, la nueva marca de la vacuna de Pfizer gana significado cuando se divide por sílabas:

Co: hace referencia al Covid-19

Mirna: se trata del ARNm, los fragmentos de código genético que le dicen a las células que construyan proteínas.

Ty: las letras hacen referencia a una combinación entre los conceptos de comunidad e impunidad.

Anteriormente, la vacuna de Pfizer se movía bajo el nombre genérico de tozinameran mismo que bajo esta condición se adapta a lo demandado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que exige se cumplan reglas sobre la nomenclatura de estos medicamentos. 

Así, los nombres genéricos de los medicamentos “tienen que ser un ‘lienzo en blanco. La OMS solicita que el prefijo no tenga sentido. No puede ser una herramienta de marketing”, indicó Piergrossi. 

Adicional, el vocero de Brand Institute indicó que Comirnaty, el nuevo nombre de la vacuna de Pfizer, es el resultado de investigación profunda que comenzó en abril del año pasado, en donde se consideraron temas de similitudes de nombres, propiedad intelectual y disponibilidad de dominios de internet, además de un estudio lingüístico en más de 30 idiomas para evitar que el nombre incurriera en algo ofensivo o engañoso.

“La creación de nombres farmacéuticos implica mucho dinero y búsquedas en bases de datos. Estamos luchando contra cientos de miles de nombres existentes, y cualquier nombre de marca nuevo tiene que ser diferente de todo lo demás en esas bases de datos”, destacó Piergrossi.

Con la aprobación de Estados Unidos para esta vacuna, es cierto que Pfizer tiene un buen margen para posicionar su marca ante la espera de que sus competidores obtengan la aprobación completa de sus fármacos.

Este camino no será sencillo si consideramos que hasta ahora términos como “la vacuna de Pfizer” se han hecho parte particularmente común en las conversaciones del personal médico y los pacientes, por lo que posicionar la nueva propuesta de naming podría ser un reto especialmente retador.