En 2009 fue aprobado por la Unión Europea un estándar para el puerto microUSB para ser utilizado por los fabricantes de teléfonos móviles como la opción por defecto con la intención de disminuir la cantidad de cargadores diferentes y facilitar las opciones de los usuarios para cargar sus dispositivos. Un planteamiento que aun no ha podido llegar a buen puerto.
A pesar de los varios intentos, no se ha logrado el objetivo, pero puede que a raíz del auge del estándar Power Delivery y el desarrollo del USB 3.2, la Unión Europea ha decidido volver a la carga para ponerse de acuerdo y lograr que empresas como Apple dejen de lado su conector Lightning.
Según declaraciones de Margrethe Vestager, comisaria europea de la Competencia de la Comisión Europea, se ha comenzado un estudio sobre el cargador universal y poder finalmente deshacerse de hasta 51.000 toneladas de cargadores antiguos.
Hace casi 10 años cuando surgió esta iniciativa, 14 fabricantes como Apple, Samsung o Huawei aceptaron firmar un acuerdo que expiró en 2012 y mientras que durante este tiempo muchas empresas adoptaron el estándar microUSB, en el caso de Apple, un estándar propio era establecido para realizar la carga de sus teléfonos móviles.
Según declaraba a la agencia Reuters la comisaria europea, “Dado el insatisfactorio progreso con este voluntario acercamiento, la Comisión lanzará próximamente un estudio de evaluación del impacto de los costes y beneficios de las distintas opciones.”
Adicionalmente, según los expertos, hasta 2019 no estaría listo el estándar USB 3.2, mientras cada vez se hacen más populares el complejo USB tipo C y el estándar Power Delivery para la carga rápida de los dispositivos móviles. Habrá que esperar a conocer los resultados de este nuevo intento para saber si se convierte en una nueva -y positiva- realidad para los usuarios.