- Ikea sorprende con su campaña “La vida no es un catálogo”.
- La marca muestra la vida real, caótica y desordenada.
- Esta estrategia desafía los estándares de perfección publicitaria que en general ha llevado adelante Ikea.
Ikea, el gigante minorista sueco conocido por sus catálogos de calidad que apuntan a la inspiración de los consumidores y su enfoque centrado en la vida cotidiana, decidió dar un giro en su estrategia publicitaria.
La nueva campaña de publicidad se llama “La vida no es un catálogo de Ikea”.
Esta vez, en lugar de mostrar los productos en su forma tradicional, la marca optó por una representación cruda y realista de la vida diaria, incluyendo situaciones nada ordenadas.
Cuando veas los videos, advertirás que no se trata del típico montaje de habitaciones perfectamente decoradas con muebles elegantes y bien organizados.
En cambio, Ikea eligió mostrar momentos de caos, como un adolescente que decide organizar una fiesta en casa mientras sus padres están fuera o productos de Ikea se ven afectados por situaciones menos que ideales, como una mujer vomitando y mascotas orinando.
La nueva campaña de Ikea: “La vida no es un catálogo”
A pesar de algunas críticas en redes sociales, Ikea defiende su elección argumentando que la vida real está llena de desafíos y momentos desordenados, y que sus productos están diseñados para resistir y adaptarse a tales situaciones.
Annika Morch Asté, jefa de comunicación de Marketing de Ikea Noruega, dijo: “Los productos de Ikea están hechos para permitirte manejar el día a día porque creemos que tanto los muebles como tu hogar están hechos para usarse”.
Y agregó: “Claro, es un poco duro ver nuestros productos en la televisión cubiertos de vómito y orina de perro. Pero la vida no siempre es limpia y ordenada, por lo que creemos que es fantástico que la campaña pueda reflejar precisamente eso”, refleja The Drum.
Esta no es la primera vez que una marca opta por una estrategia publicitaria “brutalmente honesta”.
En los últimos años, hemos visto ejemplos de campañas que muestran la realidad sin filtros, alejándose de la imagen pulida y perfecta que a menudo se asocia con la publicidad.
Marcas como Dove y Aerie han promovido la belleza real al presentar modelos de diferentes tallas y formas, desafiando los estándares tradicionales de belleza.
En el caso de Ikea, la marca parece estar haciendo un esfuerzo por conectarse con los consumidores de una manera más auténtica y relevante.
En un mundo donde la perfección a menudo se idealiza en la publicidad, esta campaña busca recordar a la gente que la vida cotidiana puede ser desordenada, impredecible y, a veces, caótica, y que los muebles de Ikea están diseñados para adaptarse a todas esas situaciones.
En un mundo saturado de imágenes pulidas y perfección cuidadosamente fabricada, la campaña ‘La vida no es un catálogo de Ikea’ sirve como un recordatorio de que la vida real es desordenada, impredecible y a menudo imperfecta.
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