Digo que es triste porque es completamente predecible actualmente los “creativos” de las campañas en Colombia solo se limitan a generar un panorama abundante de vallas publicitarias que entregan una imagen en primer plano de un candidato, convirtiendo a las ciudades y municipios en receptores resignados de un catalogo de fotos y personajes, un número electoral y una semiótica de partido desgastada.

Algunos intentan generar viralidad y tráfico en redes sociales, el problema no esta en el alcance de su comunicación, lo está en que no generan un verdadero engagement con los simpatizantes, el modelo político asegura cambiar en convicciones y planteamientos pero el equipo que los direcciona en temas de promoción y persuasión se quedaron (desde hace años ya) en una zona de confort llena de clichés comunicacionales donde el único damnificado es el ciudadano.

Está situación es el mejor ejemplo para las cátedras de mercadeo de las Universidades nacionales donde sin importar el objetivo de promoción ni los canales de comunicación la única forma de innovar es entregando atributos tangibles para persuadir al consumidor y no llenando herramientas digitales y calles de saturación y egos.

Claramente el camino político dentro del bosque de posibilidades del marketing está en crecimiento, un crecimiento que tiene algunos tropiezos propios del camino como la mala imagen con la que viene cargado un nuevo aspirante en este campo, un campo de amores y odios.

Encontramos por otra vía un mismo problema que es recurrente en las agencias de publicidad en otros sectores como el consumo o lo tangible, ¿el cliente sabe de política o de mercadeo? Si alguna prestigiosa y ya seleccionada agencia de publicidad genera una comunicación que se “salga de los márgenes” el cliente transforma su conocimiento y se convierte en un mercadólogo completamente capaz de definir que es lo que las personas que lo siguen prefieren creer de él.

La fe de errata con la que cuento me permitirá en un futuro (que esperemos no sea muy lejano) que se rompa el molde y logremos encontrar una promoción por lo menos diferente, por lo pronto Colombia sigue eligiendo de la misma manera.