Los fenómenos políticos se convierten cada vez más en una oportunidad para el marketing turístico, que se impone ante la necesidad del consumidor, de descubrir lugares que terminan siendo trascendentales en el día a día del consumidor.
Dos ejemplos muy claros de estos ocurren con la Torre Trump ubicada en la Ciudad de Nueva York y la embajada de Ecuador en Londres.
En el caso de la Torre Trump, este lugar se convierte en un atractivo lugar para los turistas que encuentran una oportunidad para vivir la experiencia que gira entorno al presidente electo de Estados Unidos, tal como lo podemos ver con la siguiente publicación en Facebook:
El segundo caso que llama la atención ocurre con la embajada de Ecuador en Londres, un lugar que se convirtió en una oportunidad para el turismo al atraer a los visitantes que encuentran el atractivo en el lugar, debido a que se trata de la embajada en la que reside el periodista australiano Julian Assange, fundador de Wikileaks.
Estos lugares se encuentran como oportunidad para la marca ciudad en la que se encuentran, debido a que se convierten en oportunidad de generar experiencia dentro de estas ciudades en las que se promueven ventas con ingresos a partir de actividades turísticas e identidad.
Visited the Ecuadorian embassy pic.twitter.com/Hl73x5OePd
— Matthew Garrett (@mjg59) 7 de octubre de 2016