• Netflix cuenta con más de 150 millones de usuarios a nivel global

• Es la mayor plataforma de streaming, pero crece la presión por la llegada de rivales como Disney+

• Una clave para la compañía de Los Gatos podría ser el género de horror

Desde diversos frentes -especialistas, medios y la industria misma- se habla de que la guerra del streaming crecerá de intensidad con la legada de Disney+, Apple TV+ y compañía, esto es algo que tienen claro los servicios consolidados como Netflix y Amazon Prime Video, pues saben que deberán pelear con todo lo que tengan para mantener a audiencias en sus pantallas.

En el caso de la compañía de Los Gatos, California, es muy sabido que busca crear sagas o universos similares a Game of Thrones y el Universo Cinematográfico de Marvel (MCU, por sus siglas en inglés), pero lo cierto es que esto podría no llegar a consolidarse o ser insuficiente ante el embate de gigantes de la industria del entretenimiento.

Así lo han anticipado diversos especialistas, sin embargo, parece que Netflix ha encontrado un recurso que podría ser clave en esta guerra del streaming que le ayude a mantener a los usuarios dentro de su plataforma.

El trébol de cuatro hojas francés

Un ejemplo de ello es Marianne, una serie de horror de origen francés que ha motivado diversas críticas positivas y que, al parecer, ha conseguido despertar el interés y curiosidad por las audiencias fuera del territorio galo.

El proyecto producido por Empreinte Digitale y Federation Entertainment, dirigido por Samuel Bodin y escrito por el mismo Bodin junto a Quoc Dang Tran, consta de una temporada de ocho episodios que en el sitio especializado IMDB cuenta con una valoración de 7,6, que logró posicionarse en Google Trends durante las semanas posteriores a su estreno en Netflix y que ha cautivado a gente amante del género de horror como el mismo Stephen King.

De hecho, el autor conocido como el maestro del terror ha alabado a Marianne en su cuenta de Twitter. En la red social el escritor expresó: “Si eres una de esas personas enfermas, como yo, a quien le gusta tener miedo, ‘Marianne’ (Netflix) hará el trabajo”.

La opinión del creador de IT o Christine es ejemplo de lo que pesa una personalidad de su calibre, el tweet publicado el jueves acumula mas de 6 mil 800 retweets y supera los 67 mil ‘Me Gusta’, destacando una importante conversación entre los usuarios de la plataforma con una mayoría de sentimiento positivo.

Un tesoro que no ha sido explotado

De acuerdo con los datos encontrados en Google Trends, el interés en Marianne fue alto en varios países europeos como Dinamarca, Noruega, Suecia y la misma Francia, y aunque disminuye considerablemente en otras regiones como Estados Unidos, México o Brasil, resulta interesante que aún en esos mercados se posicione -medios de Estados Unidos, Argentina y México la han reseñado con buenas críticas-.

En ese sentido, es pertinente preguntarse qué habría sucedido si Netflix hubiera invertido en una estrategia de marketing ya no digamos del nivel de Stranger Things o Black Mirror, pero sí cercana a La casa de papel o Sex Education, que son producciones fuera de Estados Unidos por las que ha apostado y ganado relevancia internacional. El resultado muy probablemente habría sido el encontrar otra producción que pueda convertirse en bandera de la plataforma -Dark, La casa de las flores o Narcos son casos que lo lograron-.

Más aún, el hecho que se trate de una serie de horror es lo que convertiría a Marianne en clave para que Netflix construya un sello distintivo para construir un ‘universo’ o ‘saga’. ¿Por qué puede aplicar? Son ya varios proyectos de este género que han ganado relevancia y generado engagement entre las audiencias: Gerald’s Game, Dark, The Haunting of Hill House son algunos casos, incluso podrían mencionarse a Stranger Things y Diablero, aunque estas series tienen un fuerte toque de fantasía.

El punto es que generar toda una serie de producciones de horror podría convertirse en un estilo distintivo de Netflix y un área de oportunidad para conectar con los espectadores. Ejemplo de ello es que en países como Estados Unidos, el horror es uno de los diez géneros más populares en series entre las audiencias, según revelan datos de Parrot Analytics.

¿La estrategia a sido equivocada?

Sabemos que la compañía dirigida por Reed Hastings se ha distinguido por mantener una estrategia apegada a la producción de contenidos originales y por adquirir de forma estratégica licencias de distribución de series y películas a los que ven con potencial de conectar con el espectador.

Para darnos una idea, Netflix tiene planes de invertir hasta 15 mil millones de dólares en este tipo de contenidos a lo largo de todo este 2019, según revela un reporte de The Information. Sin embargo, esto podría no ser suficiente ante el embate de pesos pesados de la industria del entretenimiento como Disney, Warner o Universal que están por llegar a la guerra del streaming.

De hecho, es probable que la estrategia ya no necesariamente es la correcta. ¿En qué sentido? A lo largo de los últimos años, a la compañía le ha funcionado invertir en franquicias o títulos con un fuerte engagement como algunas series y películas de Disney, Pixar, Universal Studios o Warner Bros., Marvel, o programas como The Walkng Dead, Friends, Criminal Minds, Breaking Bad, incluso podríamos incluir a Black Mirror y La casa de papel. Sin embargo, muchos de ellos quedarán fuera de su catálogo de manera paulatina.

Aunado a lo anterior, está claro que el fuerte de los títulos que han conformado su catálogo son de géneros como la comedia o la fantasía y ficción, el problema está en que los que se exhiben con el sello de ‘serie o película original de Netflix’ de esos géneros no han sido del todo exitosos, en cambio, son varios títulos de horror que sí lo han conseguido.

Hasta ahora, Netflix se ha estado reforzando su estrategia para poder contar con historias que tengan el potencial de conectar con el público afín a Marvel o Game of Thrones, pero es probable que su mayor oportunidad pase más por apostar al género de horror como uno de sus estilos distintivos.