Jill Stein, Gary Johnson y Evan McMullin son los nombres con menos protagonismo en las elecciones presidenciales de Estados Unidos; sin embargo, en la final de fotografía que protagonizarán Hillary Clinton y Donald Trump el 8 de noviembre, los “otros” candidatos podrán jugar un papel decisivo.
Los aspirantes con menos intención de voto en el proceso electoral suman cerca del 7 por ciento, en un padrón electoral de 130 millones que se espera que acudan a las urnas.
Pero ¿quiénes son los otros aspirantes?
Jill Stein, la otra mujer que quiere ser presidenta
La candidata del Partido Verde quiere ser la primera mandataria en la historia de Estados Unidos, quien comenzó en junio con una intención de voto de casi el 5 por ciento ha ido reduciendo su aceptación entre los votantes y ahora tiene un 2 por ciento.
Stein ha recibido el respaldo de la actriz y activista Susan Sarandon, quien explicó en una carta abierta que su “miedo” a un gobierno de Trump no es suficiente para optar por Clinton, dado el “historial de corrupción” de la exsecretaria de Estado.
Sarandon fue una de las mayores simpatizantes por el el senador Bernie Sanders y quien llegara al final de las primarias como un político con carácter y con una buen aceptación entre los votantes jóvenes.
Jill Stein es activista en favor de la naturaleza, es médico y abogada en salud ambiental.
Gary Johnson, el independiente ‘más experimentado’
El exgobernador de Nuevo México llegó a tener un 9 por ciento en la intención de voto en septiembre; sin embargo no supo capitalizar la simpatía por su candidatura y ahora ronda por el 4 por ciento, de acuerdo con la plataforma digital RealClearPolitics.
Johnson ya había aspirado a la presidencia en 2012 con el Partido Libertario en 2012, cuando logró un 0.99 por ciento de los votos.
El objetivo de Johnson durante la campaña era alcanzar el 15 por ciento del apoyo de los electores y participar en los debates televisados para potenciar su imagen, pero no lo logró , y al contrario se ganó la crítica tras responder “¿Qué es Alepo?” en una entrevista para la NBC donde trataban las crisis en Siria.
Evan McMullin, el conservador que puede ser tropiezo para Trump
El exagente de la CIA y exdirector de política del Partido Republicano en la Cámara de Representantes presentó en agosto su candidatura como conservador independiente.
Se define como “la mejor alternativa a la disyuntiva que se les plantea a los estadounidenses de elegir entre Clinton o Trump ‘al menor de dos males’”.
McMullin ha tenido cierta presencia en las últimas semanas en los medios, atiborrados de discursos e información sobre Clinton y Trump, por su sorprendente desempeño en Utah, un estado de sólida tradición republicana.
El exagente gubernamental podría restarle votos a Donald Trump, ya que los posibles simpatizantes de McMullin son de las corrientes conservadoras del Partido Republicano.
Hillary Clinton y Donald Trump han generado una impopularidad entre el electorado que podría potenciar a los candidatos independientes, a quienes en un análisis realista, no les valdría para ganar las elecciones, pero sí debilitarían las candidaturas más fuertes.
En las elecciones del próximo martes se verá si los seguidores de Sanders, de perfil joven y progresista, dan un voto de confianza a Clinton o se decantan por las otras alternativas de una contienda que ha sido todo menos predecible.