La investigación llevada a cabo por Kaspersky Lab junto a psicólogos de la Universidad de Würzburg, muestra que uno de cada cinco adolescentes de 12 a 15 años ha sido víctima de ciberacoso, en una etapa de desarrollo fundamental para este grupo etario que justo empieza a pasar más tiempo online.

“Según el estudio realizado por Kaspersky Lab y B2B International, las principales preocupaciones de los padres españoles sobre la vida online de sus hijos son el acceso a contenido inapropiado (72%), el ciberacoso (70%) y el contacto con extraños (55%). El 25% de los padres de víctimas afirma que los niños tardaron mucho tiempo en recuperarse. Pero también un 52% de los padres piensa que fue un incidente sin importancia y no tuvo consecuencias.

Con el aumento de la popularidad de las redes sociales como Facebook, Instagram y Twitter, la vida offline está cada vez más entrelazada con la vida online. En consecuencia, el acoso sigue incluso cuando el niño ya no está físicamente en el patio del colegio. La intimidación puede comenzar en el mundo real, en la escuela, y continuar online, a través de las RRSS

Además de enseñarles a los niños tĂ©cnicas para estar seguros, tambiĂ©n es importante mostrarles un uso responsable de la tecnologĂ­a. Alfonso RamĂ­rez, director general de Kaspersky Lab, explica: “Los niños necesitan desarrollar una Ă©tica y moralidad cuando interactĂşan con otras personas online, al igual que en su vida offline. Esto aumentarĂ­a la empatĂ­a y reducirĂ­a la probabilidad de que participen en este tipo de ciberdelitos como es el cyberbullying. TambiĂ©n es importante para que entiendan, desde una edad temprana, los peligros potenciales asociados con algunas actividades online”.

Aunque el ciberacoso no implica violencia física, hay evidencias que sugieren que la intimidación online es aún más intensa que el acoso tradicional por las siguientes razones:

  • Es anĂłnimo: como el ciberacoso puede permanecer anĂłnimo en un entorno online, es más difĂ­cil establecer la identidad de los agresores y demostrar quiĂ©n es el responsable Ăşltimo. Esto tambiĂ©n significa que los acosadores son menos conscientes del daño que causan.
  • Es difĂ­cil escapar: la mayorĂ­a de los usuarios hoy en dĂ­a tienen acceso a Internet y a toda la informaciĂłn humillante que se almacena online. En teorĂ­a puede estar accesible para siempre, para todos.
  • Siempre online: es más difĂ­cil escapar del ciberacoso porque las vĂ­ctimas están localizables a travĂ©s de ordenadores o smartphones, en cualquier momento y en cualquier lugar.
  • Es más invasivo que cara a cara: los agresores y las vĂ­ctimas no tienen que verse. En consecuencia, no ven las expresiones faciales, gestos o comportamiento de los agredidos. Los cibermatones se crecen aĂşn más a distancia y como consecuencia se preocupan menos de los sentimientos y opiniones de los demás.

El problema se agrava por el hecho de que dos de cada tres niños consideran el ciberbullying un problema real, pero pocos de ellos informan a un adulto de confianza de que están siendo abusados. SegĂşn el Dr. Astrid Carolus, de la Universidad de WĂĽrzburg: “El diálogo es muy importante para los niños que sufren ciberacoso. Debemos recordarles a los menores que son vĂ­ctimas, que no están solos. Es un problema al que se enfrentan muchos otros niños. Incluso hay celebrities que han sufrido y han hablado abiertamente de sus experiencias”.

El bullying no es nuevo, pero la tecnología ha hecho que sea más fácil que nunca atacar a los más vulnerables. Cuanto más aprendemos sobre el acoso, sus causas y técnicas en la sociedad actual,” más vamos a ser capaces de prevenirlo.