A media pandemia surge en mí la siguiente reflexión: sin duda, puede ser del gusto o no de cada lector. A los que nos gusta escribir, lo hacemos porque sentimos una gran necesidad de compartir pensamientos, sentimientos, experiencias y ya sean muchos o pocos conocimientos que vamos reuniendo en el camino laboral.
Aún existen controversias, mitos y teorías sobre la deshumanización que causa la tecnología. Yo me pregunto ¿y qué sucede con las barreras que los propios humanos no hemos podido eliminar o incluso reforzamos drásticamente al pasar del tiempo?
A continuación, expongo dos ejemplos, esperando poder plasmar de forma clara mis pensamientos:
- A través de la tecnología podemos tener acceso a información de cualquier lugar del mundo sin importar en qué rinconcito estemos ubicados; podemos buscar y elegir música, videos, películas, cursos, escritos, maestrías, doctorados, eventos y experiencias de diferentes temas; ciencia y tecnología, humanidades, mercadotecnia, administración y la lista sigue de manera extensa, podríamos decir que es ilimitada. La tecnología nos permite tener oportunidades de ser más autodidactas que nunca antes en la historia y, además, jamás nos juzgará por origen, aspectos físicos y las múltiples subdivisiones que salen a nivel social; sólo es cuestión de acceder de manera gratuita o con costo y voluntariamente; a cambio nos pide algunos datos. Por el otro lado, es claro que para acceder a los cuidados que impliquen contribuir a controlar la pandemia en nuestro país, es necesario quedarse en casa, pero la realidad es que millones de personas no pueden debido a que la exigencia de muchos trabajos es netamente presencial o porque simplemente hay personas que deciden salir de sus cuatro paredes para intentar estar vivos de manera emocional. Más allá de las campañas creativas y llamativas, lo que falta es congruencia, porque hay quien sale de casa para trabajar e intentar regresar con comida o medicamento para su familia y no se les provee de las herramientas básicas para poder cuidar de su salud en estos tiempos como son dobles mascarillas, estaciones de lavado de manos y gel antibacterial. Este panorama va más allá de la producción y contenidos de cualquier discurso, objetivamente depende acciones que sean congruentes con dichos mensajes y campañas.
Los tiempos para solicitud de trámites se han visto afectados, son más lentos, incluso el servicio de mensajería, lo que ocasiona más barreras y menos opciones de movimiento para poder seguir generando ingresos y empleos. Incluso, grandes empresas de tecnología aún utilizan el servicio de correspondencia físico por medidas de seguridad para poder adelantar trámites que podrían parecer tan sencillos como es el caso de dar de alta una clave para empezar a monetizar, a través de un canal de YouTube.
- A través de la tecnología, ciertas autoridades locales e internacionales pueden despertar en muchos individuos ilusiones y esperanza de tener la vacuna para el COVID-19, a través de costosas campañas publicitarias. Los formularios digitales funcionan, pero la decepción llega en el momento de dar los pasos en la tierra que son operados por criterios de personas. Existen doctores y personal de salud que han tenido la suerte de recibir su primera dosis, pero que, desafortunadamente, no saben lo que pasará con la segunda dosis y ni hablar de aquellos en otras líneas que no tienen ni siquiera respuesta a los formularios. Desde un punto humanista, cada individuo es tan importante como el otro y eso de calificar edades o profesiones por líneas implica que las diferencias se sigan acentuando, al igual que el resentimiento social. Un artículo publicado por el medio France 24 se titula, “La vacunación en México avanza entre la esperanza y la controversia”.
Para los que somos aún idealistas, y por favor no nos confundamos, porque ser idealista no implica no estar al tanto de que lo que estamos viviendo en medio de una crisis global, más bien representa tener ciertas características como: apostar por lograr metas aún en tiempos adversos, estar convencido de que existen posibilidades de cambiar a la sociedad, creer más en la legitimidad que en los efectos de lo que hacen, intentar dejar un legado, entre otros aspectos.
Los idealistas quisiéramos que hoy más gobiernos, empresas, sociedades, individuos, marcas, campañas de publicidad y de marketing sean mucho más acordes con lo que dicen versus con lo que se hace. Suena difícil, pero no es imposible para lograr que los humanos avancemos a la par y de manera alineada con la tecnología.
