Internacional.- En el lanzamiento mundial del IQOS, su “cigarro sin humo”, Andre Calantzopoulos, CEO de Philip Morris, reconoció que la compañía dejará de fabricar cigarrillos tradicionales.
Philip Morris International, la empresa tabacalera más importante del mundo, reconoció que el negocio de la fabricación y venta de cigarros tradicionales se está terminando. Lo dijo el propio director ejecutivo, Andre Calantzopoulos, durante la presentación de IQOS, su principal apuesta al tabaco convencional.
“Creo que llegará un momento en que tendremos la suficiente aceptación de estos productos alternativos como para empezar a plantear, junto a los gobiernos, una eliminación de los cigarros convencionales”, dijo el directivo durante una entrevista en BBC Radio 4, en el marco de la presentación del IQOS. Según de Huffington Post, agregó: “Espero que ese momento llegue pronto”.
Toda una novedad
Más allá que nadie desconoce el daño del cigarrillo en la salud, no es frecuente (de hecho, es inédito), que la tabacalera más grande del mundo lo reconozca. El propio Calantzopoulos dijo que Philip Morris es consciente de que “sus productos dañan a sus consumidores”, y que la única respuesta correcta es “descubrir y comercializar” artículos menos dañinos.
La alternativa que fue lanzada ahora en el Reino Unido, el IQOS, es un “cigarrillo sin humo” que ya está a la venta en Japón, Suiza e Italia y que produce suficiente calor como para producir vapor a partir del tabaco, sin quemarlo.
Philip Morris, que invirtió 2.980 millones de dólares en su desarrollo, asegura que es mucho menos dañino que los cigarros tradicionales. La multinacional explicó que emite la misma cantidad de nicotina, pero con un 90 por ciento menos de las toxinas más nocivas del tabaco tradicional.
Consultada por The Guardian, Deborah Arnott, presidenta ejecutivo del grupo anti-tabaco Ash, dijo: “Philip Morris afirma estar avanzando hacia un futuro post-tabaquismo, pero, al igual que otras compañías tabacaleras, sigue promoviendo activamente el hábito de fumar en todo el mundo”.
Otra muy crítica fue Rae Maile, analista de la industria tabacalera de Cenkos Securities, quien señaló que Calantzopoulos “fue impreciso” sobre cuánto tiempo podrían tardar en desaparecer los cigarrillos. “Él no dijo cuándo; así que puede ser en cualquier momento… en el próximo siglo”, dijo.
Philip Morris tiene su sede en Nueva York y maneja su operación internacional desde Suiza. En 2015 vendió 847.000 millones de cigarrillos y tuvo ganancias netas por 26.800 millones de dólares.