Ante la increíble respuesta que dio Hugo López Gatell, súper subsecretario de Salud y vocero de la pandemia de Covid-19, en una reciente entrevista a conocido diario de circulación nacional, sobre los ex secretarios de Salud que hace unas semanas dieron a conocer un análisis de la gestión sanitaria de este gobierno, a quienes calificó, en pocas palabras, de ignorantes, cabe preguntar si la soberbia le vino a este funcionario ahora que ha estado tan expuesto a los reflectores o si ya la traía desde antes…
López-Gatell aseguró a dicho diario que los seis ex secretarios de Salud, críticos a la estrategia del gobierno federal contra la pandemia de Covid-19, “no están perfectamente familiarizados con el funcionamiento del sistema de vigilancia”.
Con un manejo de la pandemia de Covid-19 tan errático, como hemos señalado en este espacio, donde López-Gatell no ha podido ni siquiera recomendar, de forma firme, tácita y sin vacilaciones, el uso generalizado del cubrebocas, entre otras medidas, es difícil salir en su defensa, sobre todo ahora, que se ha vuelto más político que científico.
Se ha comentado mucho que el subsecretario de Salud ha perdido el piso desde hace tiempo, lo que lo hizo soslayar y subestimar el documento elaborado por los seis ex secretarios (Julio Frenk Mora, José Ángel Córdova, Mercedes Juan, José Narro Robles, Guillermo Soberón y Salomón Chertorivski), quienes presentaron su plan para controlar la pandemia en ocho semanas.
Y lejos de tener la humildad de aceptar la crítica y las recomendaciones, como habría hecho alguien en su sano juicio, simple y llanamente, el subsecretario respondió insultando a los ex funcionarios, al más puro estilo de su jefe máximo, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. “Bien dice el dicho que Dios los hace y ellos se juntan”.
Al gobierno de la 4T no le gusta que se subrayen estas cifras, pero ante la apabullante realidad, no queda más remedio: nuestro país es primer lugar en decesos de personal de salud por Covid-19, cuarto lugar mundial en fallecimientos por esta nueva enfermedad y séptimo lugar en el planeta en número de contagios.
Serenidad y paciencia…
De verdad que esta pandemia de Covid-19 está sacando de sus casillas hasta al más cuerdo, pero en medio de todo lo que estamos viviendo, el nivel de contagios que todavía tenemos en buena parte del país y el número de fallecidos, deberíamos reflexionar un poco más sobre los escenarios que vienen, la mal llamada “nueva normalidad”.
Y es que la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) anunció que intensificará sus peticiones al gobierno de la 4T para acelerar el regreso a las clases presenciales de millones de alumnos, bajo un modelo híbrido. A esta asociación le preocupan, sobre todo, los niños de la primera infancia, pues dicen que con este grupo etario “las clases en línea no están funcionando”.
La UNPF resaltó que su exigencia viene de la petición de cientos de escuelas que han solicitado al gobierno permitir a los niños pequeños asistir a clases de manera presencial, pero como dijimos antes, en un modelo híbrido, es decir, algunos días a distancia, otros de manera presencial y en grupos reducidos.
Como sabemos, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha dicho en varias ocasiones que cuando el semáforo epidemiológico esté en verde, cada entidad federativa estará en condiciones de regresar a clases presenciales, pero también acota: cada gobierno estatal podrá decidir la fecha en que lo hará.
Este lunes 28 de septiembre amanecimos con un estado en semáforo verde, Campeche, mientras 15 entidades quedaron en naranja y 16 en amarillo. Por ello, desde hace dos semanas se viene hablando de cómo será el regreso a clases presenciales.
La UNPF ha dicho que la idea es que maestros y alumnos regresen a las aulas “con todas las medidas sanitarias y con todos los cuidados, como grupos reducidos y con cubrebocas”.
Sin embargo, en este espacio hemos insistido en los riesgo del regreso a clases con la pandemia encima. Es una nueva enfermedad de la que poco sabemos todavía, cuyas vacunas están en proceso y apenas se vislumbran con timidez algunos tratamientos. Por si fuera poco, está por entrar la temporada anual de influenza y ya hemos visto los rebrotes en otras latitudes, como en Europa y Asia, que los han obligado a echar marcha atrás en muchas actividades, como el regreso a clases, entre las primeras.
La verdad esa prisa por regresar a una supuesta “normalidad” no se entiende bien por quien esto escribe. Un buen amigo cercano me comentaba hace poco que lo peor que podría pasar es que su pequeño hijo pierda este año, o bien, que no lo aproveche al máximo, lo cual no le parece grave, dado que estamos viviendo una situación extraordinaria que no tenía el mundo desde hace un siglo. Y tiene toda la razón.
Como dije antes, lo mejor es tener serenidad y paciencia. Todo a su tiempo. ¿No será mejor regresar a clases con todos los cuidados mencionados, pero además ya fuera de la temporada de influenza y con una vacuna Covid no solo producida y distribuida, sino ya aplicada incluso?
El botiquín
Que nadie se confunda. Hay muchos que están llamando a vacunarse contra la influenza ahora que la vacuna ha llegado a los centros de salud y empezará la respectiva campaña. Sin embargo, dicha inmunidad no será universal, es decir, no se aplicará a todo mundo. Si no, como cada año, solo a los grupos más vulnerables: adultos mayores, personas con comorbilidades -diabetes, hipertensión y obesidad, por ejemplo-, además de niños menores de cinco años.