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No es nuevo, Netflix y algunos de sus contenidos suelen captar la atención de audiencias y especialistas
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La industria global de búsqueda de ejecutivos tiene un valor superior a los 19.6 mil mdd
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Una serie de Netflix deja algunas lecciones sobre liderazgo que vale la pena atender
No es extraño que una serie o película de Netflix provoque debate entre los medios, las comunidades en redes sociales e incluso sea referida por especialistas; The Haunting of Hill House, Bird Box, 13 Reasons Why y To the Bone son algunos ejemplo.
Generalmente la conversación entorno a este tipo de contenidos suele estar relacionado con algún tema polémico o disruptivo. Sin embargo, hay un nuevo caso que se destaca no por generar discrepancias entre la opinión pública, sino porque es visto como un buen ejemplo de liderazgo, uno del que las empresas y las marcas podrían retomar algunos aspectos valiosos.
De docuserie a ejemplo de liderazgo
Hablamos de la docuserie de Netflix, Cheer, dirigida por Greg Whiteley estrenada en enero pasado y que consta de seis episodios, cuyo foco está en el seguimiento del equipo de porristas del Navarro College de Texas.
El contenido generó rápidamente una base de fans en distintos países. De acuerdo con Google Trends, el punto máximo fue el 11 de enero, justo después de su estreno (8 de enero), manteniendo altos niveles de interés en las búsquedas hasta finales de febrero; Estados Unidos, Canadá, Australia, Reino Unido, y Suecia, se ubican entre los diez países con mayor interés.
Es gracias a este interés que llamó la atención de medios como Time y The Guardian, este último la define como una docuserie como “un éxito inesperado que gana admiradores y un tesoro interminable de memes”.
Pero, más allá de la popularidad, desde Inc. señalan que Cheer puede ser una fuente que deja algunas enseñanzas acerca de liderazgo. Al entrevistar a Monica Aldama, la entrenadora del equipo que los ha llevado 14 campeonatos nacionales, se rescatan cuatro calves:
Identificar el potencial. “Algunas veces me gustan las personas que no necesariamente tienen la habilidad con la esperanza de poder moldearlas”, señaló Aldama, refiriéndose a que en ocasiones un profesional comprometido con un talento poco desarrollado, aporta más a un proyecto o a un equipo que un superdotado que piensa que puede resolver todo de manera fácil y rápida, cuando no necesariamente esto es cierto.
Sin tolerancia a la disrupción. Algo sorpresivo, pues de acuerdo con Aldama, las personas “de alto rendimiento que son disruptivos pueden retrasar el progreso de su equipo. (…) Un buen líder sabe que necesita poner a su equipo por encima de cualquier persona”. Esto es cierto, muchas veces los líderes comenten el error de dar preferencia a una accionamientos destacada (o disruptiva) que quesera un pico momentáneo en sus proyectos, pero que no necesariamente contribuyen de manera concisa al cumplimiento de las metas. El hacerlo puede desmotivar al resto del equipo que, aunque no se destaque de manera particular, puede abonar a que, en equipo, se alcancen los objetivos trazados.
Negar el conformismo. Para la entrenadora es importante no conformarse con lo que “es suficientemente bueno”, desde su punto de vista es necesario continuar “hasta que te sientas bien. (…) Y sigues adelante hasta que no puedes equivocarte”. En cierta manera pide siempre incrementar las metas, no buscar la perfección, pero sí acercarse a ella.
Ser resiliente. La profesional pide tener la calidad de superar la adversidad. Si se falla o hay metas inconclusas, “Tienes que volver e intentarlo de nuevo”, señala Navarro.
Las claves del liderazgo
No es un secreto que en toda empresa es fundamental la figura de liderazgo, del talento humano con esta cualidad, depende en gran medida la capacidad de transformación, el éxito y el futuro de una organización.
Si bien, no hay un consenso sobre cómo definirlo, está claro que es necesario. Al respecto, Branding Strategy Insider, señala que el liderazgo tiene que ver con factores operativos como precios y economías de escala. Pero, para Harvard Business Review, tiene que ver con una cultura organizacional que parte de las necesidades de clientes e inversionistas.
Más allá de términos técnicos o académicos, es indiscutible que el liderazgo es clave para toda organización. De hecho, la industria global de búsqueda de ejecutivos actualmente tiene un valor superior a los 19.6 mil millones de dólares, de acuerdo con Randstad / Staffing Industry Analysts.