Durante la semana, Tesla y su presidente ejecutivo, Elon Musk, vivieron una serie de acontecimientos que le valieron tanto a la marca como a su directivo estar dentro de la conversación tanto digital como tradicional; una serie de tuits emitidos por Musk causarían revuelo al dar un supuesto de volver privada a la empresa con lo que incrementó el valor de sus acciones en un 13 por ciento por poco tiempo.
Sin embargo, días después de las publicaciones, los papeles perderían valor, además de que Musk y Tesla fueron demandados durante el viernes por un inversor que señaló que cometieron fraude de valores en una trama para diezmar por completo a vendedores en corto, según la agencia Reuters.
De acuerdo con la agencia, la propuesta de demanda colectiva fue presentada por Kalman Isaacs en la corte federal de San Francisco, en la que se acusa a Tesla y Musk de intentar manipular artificialmente el precio de la acción de la compañía.
En el recurso se apela que esto se produjo principalmente mediante las publicaciones en Twitter de Elon Musk, en la que se incluye que podría sacar a Tesla de la bolsa y que para eso había “financiamiento asegurado”.
Am considering taking Tesla private at $420. Funding secured.
— Elon Musk (@elonmusk) 7 de agosto de 2018
Derivado de lo anterior la Comisión Nacional de Valores de Estados Unidos (SEC) inició una investigación; asimismo, Isaacs acusó a Musk de realizar declaraciones falsas y engañosas para inflar el precio de las acciones de Tesla, y que la compañía respaldó dichas aseveraciones al no corregirlas.
Como parte del reclamo, Isaacs compró 3 mil acciones de Tesla el 8 de agosto para cubris sus posiciones cortas, o apuestas a que el precio de los títulos caerían. La demanda dice que el periodo considerado comienza en la tarde del 7 de agosto, cuando los acusados lanzaron su “ataque nuclear” contra los vendedores en corto.
De tal modo que las redes sociales le vuelven a jugar en contra a Musk, quien en un día de bromas de abril publicó en Twitter que Tesla estaba en bancarrota; posteriormente, cuando la noticia de los niños atrapados en una cueva en Tailandia era seguida por el mundo, Musk ofreció ayuda, la cual no fue utilizada e incluso fue criticada, el CEO de Tesla se enganchó con un buzo y lo ofendió vía la plataforma digital.
Con estas acciones Elon Musk perdió no solo millones de dólares sino reputación en su marca personal, por lo que de nueva cuenta es víctima de sus propias ideas; algo que no gusta para nada a los inversionistas de la armadora de vehículos eléctricos.