El desempleo es uno de los efectos colaterales de la pandemia que ahora mismo mayor preocupación genera entre los mexicanos.
La situación no es para menos si consideramos que ante una paralización prolongada de muchas actividades económicas la cantidad de empleos perdidos se cuenta en millones.
El desempleo en México
Lo cierto es que esta tendencia no es para nada local. El mundo entero se enfrenta a este reto que ha puesto en jaque la cadena de generación de valor a nivel internacional.
Un reciente reporte firmado por Fitch Ratings, indica que como consecuencia de las restricciones implementadas para detener el avance de la pandemia, la actividad económica mundial sufrirá una contracción de 1.9 por ciento durante este año, a lo que se sumara la caída del PIB a razón de 20 por ciento cada semana en las naciones que se han visto obligadas a hacer cuarentena.
Con esto en mente, el escenario pinta para que el mundo alcance niveles de desocupación máximos e históricos, con pérdidas que se calculan hasta en 15 por ciento de la fuerza laboral en comparación con lo registrado durante el cuarto trimestre de 2019.
En lo que concierne al mercado mexicano, las cifras no son alentadoras. Basta con reconocer las últimas estimaciones entregadas por Banco de México (Banxico), mismas que indican que tan solo entre abril y mayo se perdieron más de 12 millones de empleos en el país tanto ten el sector formal como informal.
De manera puntual, se estima que de los 12 millones 180 mil empleos perdidos en el periodo indicado, 3.72 millones corresponden al sector formal y 8.46 millones al informal.
Adicional se puntualiza que la cantidad de puestos de trabajos perdidos de tiempo completo fue de 20 millones 140 mil, de los cuales 7 millones 960 mil contrataron a personas por la mitad de la jornada laboral.
Una segunda oleada a la vista
El plan de rapertura dictado por las autoridades federales y locales busca minimizar los efectos de lo ya perdido; no obstante, un reciente estudio indica que no servirá del todo ya que una segunda oleada de desempleo se prevé ni más ni menos para el siguiente mes del año.
Cuando menos así lo indican los pronósticos de Banco Base, mismos que estiman que para el cierre del año se destruirán cerca de 1.86 millones de empleos formales, luego de que en julio (mes corriente) se verían afectadas cerca de 31 mil 543 plazas.
Adicional a esto, la firma indican que a partir de agosto podría darse una segunda ola de desempleo en donde se perderían cerca de 223 mil 286 empleos, la cual se extendería hasta septiembre cuando se prevé que la pérdida de puestos laborales ascienda a 358 mil 681.
“Esta caída sería consecuencia de un efecto dominó por la severa caída en actividad económica. Al principio vimos mucha destrucción de empleo en las empresas que tuvieron un impacto inmediato, pero en el tercer trimestre empezaremos a ver recortes en las empresas que optaron por resistir y que no están notando una recuperación”, dijo en conferencia Gabriela Siller, directora de análisis del grupo financiero.
Toda la economía afectada
La destrucción de estas plazas formales estaría relacionada con la cañada de economía que para este año se proyecta en un 9.5 por ciento.
“La ola de desempleo será generalizada por el efecto dominó de las industrias que se ven afectas la caída en la actividad económica. Al principio eran los salarios bajos los que se perdían, pero veremos que empiece a permear a trabajadores con mayor poder adquisitivo”, consideró la directiva.
Este escenario no deja más que un contexto complicado para el grueso de las marcas, mismas que se enfrentarán a consumidores inmersos en un clima de incertidumbre y grandes restos económicos.
Ahora más que nunca será vital para la marcas comunicar sus valores agregados, demostrar el valor y solución que puede representar para los compradores y el nivel de solidaridad que pueden entregar como empresas empleadoras.